KAWSAY PURIY Y MUNAY KI

Por Arnaldo Quispe

Son numerosas personas que me escriben desde Perú, Colombia, Chile, Argentina, España y Estados Unidos que afirman haber realizado los 9 ritos Munay Ki con formadores autorizados bajo la guía del gran maestro del Munay Ki el Dr. Alberto Villoldo, por este motivo y con muchos deseos de profundizar me preguntan aquello que viene a continuación de realizar los ritos. Preguntan además en mil modos muchos argumentos acerca del Munay Ki como origen, historia, linaje, ritos y por la extensión de las técnicas aprendidas.

Desde un buen tiempo a esta parte esta búsqueda de información por parte de los iniciados del Munay Ki, termina cuando emprenden un viaje directo en Perú y toman contacto con maestros de diversas tradiciones andinas, pues no hay solo una, y si se ha mencionado en el presente artículo el sendero Kawsay Puriy, es solo en merced a que el autor de la presente se considera parte de esta escuela andina, aunque trabaje de modo independiente.

Hoy me he permitido finalmente responder estas preguntas y aclarar a mi modo de ver este acontecer de escuelas y tradiciones andinas, algunas autóctonas y otras no menos autóctonas. Esta iniciativa responde a la idea de colaborar con los iniciados no solo del Munay Ki sino de otras escuelas a fin que tengan el radio de conocimiento más amplio posible y puedan en base a esta premisa continuar profundizando con un camino u otro si ese es el propósito de partida, al final todo puede quedar de lado o segundo plano, si consideramos como tema principal la conexión con la madre tierra andina y sus elementos.

Desde mi punto de vista el hecho que existan diferentes escuelas místicas andinas es algo saludable, es decir todas hacen referencia a que se trata de la «tradición andina», que hoy se expande en todo el mundo de modo plural, ciertamente algunas escuelas como la de Munay Ki ha adquirido un impacto inusitado, llegando a establecer sedes en todo el mundo y en todos los idiomas. En parte la rápida expansión del Munay Ki responde al hecho que representa un atractivo método al alcance de todos, relacionado con el chamanismo Q’eros y andino. La rápida difusión de los libros escritos por el autor ha permitido que el método sea solicitado en todas partes del mundo debido a que se apoya en una tradición milenaria, rica de ejercicios, técnicas y ritos prácticos que toda persona puede realizar desde la tranquilidad de su hogar.

Munay Ki ha calado en el mundo de tal manera que los más convencidos hoy preparan autónomamente la extensión a otros ritos adicionales y adhieren prácticas y conocimientos de otras escuelas andinas a fin de dar mayor crédito al método. Hoy inclusive un grupo de maestros Q’eros vienen siendo invitados para realizar despachos y karpays (iniciaciones) como tema de soporte a las formaciones Munay Ki, por curioso que esto suene son los propios maestros Q’eros que vienen aprendiendo el método Munay Ki para luego practicarlo según el modelo del Dr. Villoldo.

La puesta en acción del Munay Ki en los Estados Unidos ha permitido que los viajes a Perú se conviertan en un business sin precedentes, en donde el participante de la experiencia debe desembolsar una cifra no menor a los 3,500 dólares americanos por el trabajo chamánico de poco más de una semana en Perú, de la mano directa del Dr. Villoldo. Por testigos presenciales tengo conocimiento objetivo que afirman que cuando el Dr. Villoldo llega a Cuzco con sus grupos «todo Cuzco se detiene», porque se albergan en los principales hoteles y cogen practicamente todos los servicios de transporte y guías de turismo, por lo que resulta atractivo para el turismo cuzqueño que lleguen los grupos de no menos de 200 místicos americanos del Dr. Villoldo como así se les conocen. Esto sin duda alguna genera divisas para la ciudad y moviliza el turismo local, que luego se convierte en beneficios para todas las infraestructuras que en modo abierto desean trabajar con este grupo.

La idea con Munay Ki es animar a sus iniciados en continuar profundizando con lo que han recibido, en primer lugar de ser posible con sus propios maestros u otras esferas del método siempre y cuando estuvieran disponibles. De no ser factible este paso se recomienda abrir un poco la mente para ir má alla del Munay Ki e informarse de otras tradiciones andinas, sobre todo las más autóctonas, de modo que sirva para continuar el sentido del camino que lleva a enriquecer los aspectos personales y la vivencia a nivel espiritual. Por ejemplo el discurso de la pachamama o madre tierra y la curación por intermedio de sus energías permite lograr esa conexión mágica que da impulso a nuevas motivaciones y estilos de vida saludables necesarios para un desarrollo holístico y psicoespiritual.

Desde mi apreciación personal el método de ritos Munay Ki se compara de modo sistemático con la propuesta de Tensegridad por parte del también antropólogo peruano Carlos Castañeda. Por una parte Villoldo propone Munay Ki luego que -según afirma en sus escritos- logra sintetizar los saberes ancestrales, merced a largos períodos de convivencia con maestros de la tradición Q’eros y de la Amazonía. Por otra parte recordemos que el método de Tensegridad de Carlos Castañeda fue creado con los mismo fines de sintetizar la medicina Yaqui de los desiertos de Sonora y el extremo México septentrional, estas prácticas se basan como en el caso del Munay Ki en técnicas y ejercicios para el cuerpo, la mente y el espíritu.

CUADRO COMPARATIVO

KAWSAY PURIY

La escuela Kawsay Puriy por su parte es una escuela de la vida, como dicen los maestros nuestra sede es el cósmos, allá donde hay un lugar sagrado o Waca es allí donde los rituales conservan la resonancia de los tiempos, de modo que las personas encuentren armonía y bienestar en sintonía con los Apus, la Pachamama, Wiracocha y el linaje Inka. Kawsay Puriy es una exposición de hechos que abre la puerta al iniciado, el cual debe tomar la decisión de entrar en el hogar de la tradición y desarrollar en el tiempo el cultivo de su espíritu profundizando uno a uno los ritos y técnicas realizados en un inicio. En Kawsay Puriy no hay secretos y todo cuanto se sabe se comparte de acuerdo al principio del ayni (la reciprocidad). La escuela tiene el propósito de compartir las enseñanzas que permiten el tránsito del tercer al cuarto nivel de la tradición espiritual andina. El cuarto nivel es un espacio de no confrontación, de entendimiento, de integración, de alianza y sinergia entre todas las tradiciones existentes. En el cuarto nivel no hay lucha ni conflicto interior ni exterior, se aceptan y respetan las tradiciones como tales y se apoya objetivamente a todas aquellas que impulsen el sentido del crecimiento espiritual, como necesario para la evolución de la propia humanidad.

Kawsay Puriy no asegura ser la única escuela de espiritualidad andina, existen otras de origen autóctono y otras provenientes del mundo. Entre las de origen autóctono podemos mencionar algunas: Escuela de la Vida y la Paz de Hernán Huarache Mamani, Samana Wasi de Antón Ponce de León, Kontiti de Zadir Milla, Qhapac Ñan de Javier Lajo, Kawsay Pacha de Nicolás Pauccar (Q’ero), Escuela Kawsay Puriy de Arnaldo Quispe y Willka Wasi del desaparecido maestro Tahuiro. Entre las escuelas que provienen del exterior luego del ya mencionado Munay Ki del Dr. Alberto Villoldo en USA, tenemos la Fundación Wiraqocha de la psicóloga Elizabetth Jenkins igualmente en USA, Tawantin en Europa cuyos representantes principales son Roberto Sarti en Italia y Julio Alcubilla en España, igualmente en España la Rueda Medicinal Inka por Jordi Lopez, por último escuelas importantes como Chaskikuna en Argentina de Delfor Layme y Janakpacha de Chamalú en Bolivia.

Me asumo la responsabilidad de estas líneas y aclaro que el presente artículo es a título personal, pues no tomo la palabra ni hablo en nombre de nadie, ni mucho menos de la escuela Kawsay Puriy, en la cual me considero maestro independiente. Soy consciente que de recibir críticas sobre el tema, pues en el mejor de los casos que se refieran al tema tratado de modo objetivo y alturado. Me manifiesto por medio de esta página sin ánimo de esperar la solidaridad de nadie, teniendo únicamente como soporte el amor hacia la pachamama y la energía viva (kawsay) que gira en torno a nosotros, elementos a los cuales hay que agradecer sensatamente de modo cotidiano y perenne. Gracias.

 Fuente: http://www.takiruna.com