El consejo de los animales (Cuento)

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EL CONSEJO DE LOS ANIMALES (Cuento)

Por Arnaldo Quispe – Takiruna.

Un joven que estaba culminando una experiencia iniciática con chamanes andinos, llegó por indicación de uno de estos hasta las faldas de un imponente cerro. La prueba final consistía en contactar con el espíritu de la montaña y recibir de parte de este “Apu” la llave para responder la pregunta sobre ¿cómo acceder a la verdad de las cosas?.

El Apu, que es el espíritu del cerro, le propuso en primer lugar escuchar la voz de los animales que habitaban en sus inmediaciones, ya que según este eran los animales quienes mejor conocían de estos argumentos. No tenía idea de qué animales tendría que encontrar a su paso, pero era una empresa que solo podría descubrir caminando por entre las laderas, grietas, elevaciones y manantiales de la gran montaña.

El joven encontró en primer lugar a la serpiente y este le dijo que la verdad podría encontrarla toda vez que ingrese a una caverna o grieta a meditar y ser uno con la madre tierra.

Cuando encontró al puma, este le dijo que la verdad podía conseguirla en las faldas del apu, reposando en las rocas y contemplando el presente en absoluto silencio.

Cuando encontró al condor este le dijo que toda vez que desee saber la verdad debía subir y meditar en la cima de la montaña, para sentir las ráfagas de viento y entrar en contacto con cada elemento de la madre tierra.

Antes de terminar el día encontró al colibrí que le dijo que todos los animales tenían la razón de cuanto dicen y que la verdad la podía obtener contemplando el universo, en cualquier lugar y cuando lo desee.

En adelante todo era claro para el joven iniciado, debido a que la montaña era un lugar en donde cada espacio era sagrado, factible de meditar y alcanzar la verdad sin ninguna dificultad.

Entonces se dio cuenta que la lección de la montaña era solo una metáfora que podía aplicar a cada aspecto de la realidad, de tal modo que podía alcanzar la verdad contemplando el universo independientemente del lugar donde se encontrase.

Fuente: http://www.takiruna.com

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