Por Arnaldo Quispe.
En tiempos ancestrales los Incas encargaban periódicamente a sus sacerdotes realizar una limpieza energética de todo el territorio del Tahuantinsuyo. Este proceso de limpieza servía para dos principales propósitos: por una parte la limpieza era crucial y de vital importancia para la conservación del equilibrio y la paz entre las naciones que constituían la Cultura Incaica y por otra parte la limpieza ayudaba en la relación y convenios con la madre tierra, a la cual ofrendaban mediante gestos de reciprocidad o ayni con la pachamama.
La función de los sacerdotes comenzaba desde los lugares más lejanos de los cuatro Suyos, iniciando primero por intermedio de los maestros o paqos locales, luego la limpieza continuaba a nivel regional con los paqos regionales de mayor nivel, hasta llegar al Qosqo con los sacerdotes principales. Qosqo fue la capital del Tahuantinsuyo y la limpieza recorría a su paso los antiguos caminos incaicos (qhapac ñan) que iba en correspondencia con los sekes energéticos del territorio. Y mediante los sekes se canalizaba el trabajo de limpieza en las Huacas sagradas y Ushnus. La energía pesante” jucha” era reciclada en cada punto de concentración local y regional para luego llevarla hasta la capital, concentrarla y descargarla a su vez en el qosqo del qosqo, que es conocido en la actualidad como templo de Qoricancha.
Esta analogía de limpieza es el propósito esencial del arte del Kawsay Pacha, al cual he denominado Reiki Andino para su acceso a Occidente, pues es una práctica ancestral milenaria que conlleva la limpieza del cuerpo energético humano en su integridad. Una buena limpieza energética puede implicar el punto de partida de una curación en su fase física, emocional o espiritual. En el mundo andino se cree que el cuerpo responde de modo sistémico integrado y por lo mismo, lo que va a afectar un aspecto afecta a los otros, y es por ello precísamente que la técnica utiliza este principio para influir positivamente a partir de un punto hacia los otros restantes, creando una totalidad holística.
La limpieza energética humana es un arte que implica trasladar el jucha acumulado cumpliendo los mismos principios de la limpieza del Tahuantinsuyo. Hay una relación íntima entre Tahuantinsuyo y cuerpo humano pues como se ha reiterado en otros artículos el cuerpo humano está hecho a imagen y semejanza de la pachamama y el diseño del territorio incaico respondía a la variable de conservar la armonía entre sus elementos presentes. Es por esta razón que muchas construcciones o ciudades obedecían a la exacta colocación de astros o tenían semejanza con animales de poder.
El arte del Kawsay Pacha o reiki andino, como técnica de limpieza se inicia en la parte posterior del cuerpo humano y continúa en la parte anterior, siempre desde las partes más alejadas del cuerpo en dirección del qosqo energético, para esto el recorrido debe ser centrífugo en la parte posterior y centrípeto en la parte anterior. Estas maniobras se dirigen siempre en dirección del qosqo energético ubicado a la altura del ombligo físico. Una vez que el cuerpo se ha purificado por acción de las maniobras de secuencia que unen sekes, ñawis y qosqo, se dice que la red energética se ha purificado a este nivel y la conversión de energía jucha en sami comienza a hacerse evidente por su fluidez energética.
Fuente: www.reikiandino.com
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