LOS FENÓMENOS DE LUZ EN RAQCHI
Por Arnaldo Quispe
No sabía cómo titular este post, pensando en la experiencia de los fenómenos de luz del templo de Raqchi, al final decidí titularlo «Fenómenos de luz en Raqchi» -aún a costas de las críticas que pudiera recibir de parte de escépticos o científicos cuadriculados-.
Estos eventos sucedieron como parte de nuestro itinerario de retiro andino denominado Ritos del Hatun Karpay, apenas realizado durante las primeras semanas del mes de noviembre. Aquél sábado 8 íbamos de Cuzco a la ciudad de Puno en Bus e hicimos una parada breve en el templo de Wiracocha en Raqchi, para visitar los restos arqueológicos dedicados a este Dios situados en la provincia de Sicuani en Cuzco.
Este gigantesco complejo presenta edificaciones monumentales que mezclan la piedra y el barro, además de templos circulares y edificaciones esparcidas en un radio de unos dos kilómetros.
En uno de estos recintos circulares abierto al público y expuesto a los rayos del Tata Inti -el Sol andino- decidimos realizar nuestro rito iniciático con parte del grupo, uno a uno nos dispusimos a entrar en conexión con la energía sami del complejo, una energía sutil concentrada en consagrar los propósitos del linaje (panaca) de la familia de iniciados que acabábamos de comenzar una semana atrás. El paso de la consagración es simbólicamente hablando como una coronación en donde prima la voluntad de dar el paso decisivo, recibiendo para este propósito el manto de luz sami del creador Wiracocha.
Ritos dentro de los templos circulares
Uno a uno realizamos el rito hasta haber armonizado la propia energía individual con el sami colectivo del grupo. En ese punto decidimos terminar y dar alcance al resto del grupo que nos esperaba en nuestro bus rumbo para Puno. Fue sincrónico que antes de abandonar el recinto nos topáramos con un templo circular en perfecto estado de conservación, recubierto con techo de paja como para dar una idea de como era en tiempos ancestrales. Fue allí que uno a uno fue invitado a recibir un baño de luz divina, pues la luz de Tata Inti ingresaba estratégicamente por dos rendijas del techo en forma de cono del templo. El baño de luz fue excepcional e indescriptible para los presentes.
Evidencias de orbs captadas con cámaras de fotos
Algunos lograron tomar espontaneamente fotos, la sorpresa vino después cuando al observar las fotos de diferentes cámaras los espectros de luz y color de las auras comenzaron a visualizarse, siendo captados todos ellos por cámaras simples, es decir sin equipo especial para dicho fin. Las fotos eran maravillosas con efectos de luces de colores que se formaban desde los centros energéticos, uno a uno hasta dar forma a la luz que entra por la corona o centro Pujyu para los andinos. La imagen del poqpo o aura andino no es menos evidente pues en algunos casos se amplifica hasta ocupar casi gran parte del templo circular.
He titulado en las redes sociales como un fenómeno NO apto para escépticos en razón que por mi parte no trato de perder el tiempo en explicar el porqué de la luz o los colores, he decidido no explicar nada y recibir la experiencia como un todo sin intentar descomponer sus partes. Solo entiendo que hay un baño de luz espectral y potente sucedido inmediatamente después de nuestro rito de pasaje de coronación. Dejo que por allí fluya la cosa y se afirme la intención como la roca solida que emerge en el santuario de Wiracocha.
Templo mayor de Wiracocha en Raqchi
En sincronía con estos fenómenos de luz, en muchos parajes posteriores visitados de Puno y el Lago Titicaca las luces continuaron acompañándonos durante el viaje, a veces en forma de rayos que penetraban en nuestros centros principales y en otras en auras formando un gran espectro de luz rodeando el cuerpo físico.
La luz purifica y sus colores van potenciando uno a uno los centros energéticos de cada iniciado, esto ocurre mientras nos adentramos en los misterios del Lago, un santuario que como todos sabemos representa el chakra sexual de la madre tierra. Un centro o paqarina de creación y recreación en donde los seres humanos se rediseñan utilizando la vieja materia, en donde el reciclaje es total y viene acompañado de experiencias únicas que ponen a prueba la propia vida.
Luz en Sillustani (Lago Titicaca)
Estas son las señales de la pachamama, aquella que nos deja una sensación en el alma por el trabajo que queda pendiente por hacer, una dea que sutilmente nos ruboriza las mejillas y luego entendemos que sus besos nos invitan a meditar, entrar en silencio y encontrar la esencia de nosotros mismos. Nuestra pachamama es nuestra experiencia interior, un camino que por muy lejano siempre nos va a conducir a las entrañas y moradas de nuestra propia esencia interior.
Fuente: http://www.takiruna.com
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