PAWKAR RAYMI, EL FLORECIMIENTO ANDINO
Por Arnaldo Quispe
Pawkar Raymi, en su traducción literal del quechua al español significa para el mundo andino «fiesta colorida o de florecimiento» y comprende un período que marca el paso de una estación a otra. Aunque en la actualidad las estaciones del año son matemáticamente precisas, en tiempos prehispánicos la fijación respondía al calendario agroastronómico vigente y variable en función a los múltiples fenómenos climáticos, como lluvias o sequias.
Probablemente la fecha central se marca dependiendo del equinoccio de marzo, que varía entre los días 20 ó 21, pero es de notar que la fiesta general se extiende al actual mes de febrero y marzo e incluye preparativos, carnavales y distintas celebraciones dependiendo de cada región geográfica andina.
En las últimas décadas la fiesta del Pawkar Raymi ha adquirido una importancia crucial en los pueblos indígenas del Ecuador, motivo de esta celebración es que las comunidades indígenas vienen expresando sus tradiciones, desfiles, danzas y folklore de modo muy original. En el resto de los países andinos las celebraciones se asocian con las fiestas de los carnavales que tienen un gran valor de colorido y algarabía popular.
Entre los meses de febrero, marzo y hasta abril la madre tierra florece en mérito de las lluvias que comienzan desde noviembre o diciembre, es por ello que la producción agrícola de papas o maíz florecen dejando un manto colorido en las siembras. Las montañas andinas se llenan igualmente de un verde intenso y dejan relucir los colores de múltiples flores silvestres. Por esta razón el Pawkar Raymi es una fiesta de florecimiento, en donde la pachamama deja ver su alegría representada en el colorido de sus frutos y flores.
El Pawkar Raymi si bien es cierto marca el inicio del otoño en el hemisferio Sur, es la señal de igual modo del inicio de la estación seca del año, que llega no sin antes dejar ver un espectáculo impresionante (muy «primaveril») de montañas que parecen cambiar de aspecto gris a uno verde y colorido muy cargado de exuberancia y flores.
Lo femenino de esta fiesta se pone de manifiesto en el rubor de la madre tierra, en la acción que las aguas ejercen sobre la madre tierra. Se dice que la energía entra en equilibrio con la potencia del renacimiento, del florecimiento femenino en cada ser. En las mujeres por ejemplo este período equivale al pasaje de niña a mujer, al cambio que da paso a la primera menstruación y que otorga la fuerza vital de genera una metamorfosis y que dan como resultado una mujer, que con el paso de los años será la dadora de la vida humana, un ser hecho a imagen y semejanza de la propia pachamama.
Se dice que en este período del año el Pawkar que también es un ave canta con mayor algarabía. Esta ave andino-amazónica es un cantante de fama e imitador por excelencia, por increíble que parezca suele imitar a otras aves, animales y hasta humanos, sus cantos en algunas ocasiones confunden a los visitantes que sorprendidos suelen girar la cabeza buscando presencia de otros animales o personas. la mayor virtud de esta ave es su canto prolongado e infatigable, por ello se le atribuye como el tenor andino por excelencia.
El Pawkar Raymi es una buena oportunidad para realizar diferentes actividades que nos pueden poner en contacto con la madre tierra, al margen de las grandes celebraciones en casa se pueden realizar:
1) Baños de florecimiento: En virtud que la madre tierra florece. El florecimiento genera abundancia y si se desea ir en armonía con el lenguaje de la pachamama es ideal realizar un ritual individual o grupal de florecimiento utilizando flores y perfumes.
2) Despacho de abundancia: En este ritual se suele agradecer a la madre tierra por medio de una oferta o «pago» a fin que sirva como reciprocidad simbólica de aquello que de por sí ya nos ofrece en la vida cotidiana.
3) Meditación de la tierra: Se suele realizar meditaciones en frente de bosques, árboles, jardines o flores cuyo poder femenino permiten entrar en contacto con el sentido de la fiesta.
4) Danzas tribales: Cuando se danza se suele establecer una conexión directa con las fuerzas telúricas y celestiales, es una buena oportunidad de creatividad y liberación humana.
5) Sonido del tambor: Que en el mundo andino se llama «tinya» nos acerca a los latidos de la propia madre tierra, para sentir su corazón y sintonizarlo con el nuestro.
Son múltiples actividades que se pueden realizar en casa si de repente no se participa en una fiesta central en honor al Pawkar Raymi, que tiene como único motivo celebrar el florecimiento de la vida como un momento especial, oportuno para recordarnos la intensidad del fluir de la vida, aquella cuyas vibraciones oscilan, descansan y emergen como la propia madre tierra. Es una fiesta para cambiar, crecer y florecer, un momento en que la propia pachamama nos cuenta historias con sus alfombras mágicas de flores multicolores, una oportunidad que despierta la vida nuevamente.
Fuente: http://www.takiruna.com
Infinitas gracias por vuestra permanente entrega sami…!!!!
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