EN NOMBRE DEL COLIBRÍ

(una plegaria de ticusitos)

Por Arnaldo Quispe

Te giras de una parte o de otra y de repente te dices a ti mismo «el momento ha llegado», sin motivo alguno cojo el ordenador y escribo en blanco y negro el pensamiento que gira en mi cabeza desde hace ya algún tiempo atrás, esta vez no hago correcciones y la única curiosa dificultad fue encontrarle un título al final, creo que esta etiqueta fue el punto más artificial de esta plegaria, que a mi modo de ver solo pudo descubrirse una vez terminada. Mi ser interior me dice que representa el llamado del colibrí que todos tenemos dentro y que al despertar declara su incólume trascendencia y camino de transformación con un claro propósito: responder al llamado de la madre tierra, para conectarse con la diosa pachamama.

Aprovecho para aclarar que la pachamama es la madre tierra en un sentido espiritual, ya que su significado no se limita al sentido físico que recae en el elemento Allpa o Aypa (tierra). La pachamama es el sentido mágico-espiritual que trasciende la propia materialidad del mundo cosmogónico y -su significado- cuando es entendido a cabalidad nos lleva a conectarnos con su esencia universal, cósmica, que viaja siempre al encuentro del tiempo y el espacio, donde el tiempo comienza para un iniciado a lentificarse, hasta detenerse por completo en quién alcanza el despertar del corazón andino (Rijchariy runa), es decir el ser despertado, aquél que ve el sueño y la realidad como un gran potencial.

Esta plegaria debo decir es finalmente subjetiva, pues no me pongo en lugar de ningún colibrí para afirmar su camino como ley o como única vía de conocimiento, finalmente se trata de mi propia experiencia de visión que comparto de modo que pueda servir de utilidad, solo para personas que igualmente «comparten» el llamado de este sendero mágico. Para quienes hayan leído la oración gestalt de Perls es probable que le encuentren una pizca de semejanza, pues razón no les faltará ya que reconozco que hay influencia gestalt dentro de alguna parte de mi cerebro de psicólogo de hace dos décadas atrás. En cualquier caso esta es la propuesta tal y como me vino de modo espontaneo.

Cuando tenga que ser será,
no podrá ser antes ni después,
en el preciso momento en que
tenga que darse se dará,
cuando la hora haya llegado llegará
y si estás presente bien y si no igual,
porque mi vida que es lo único que tengo,
solo la comparto con la madre tierra
y con quien quiera estar en ella,
y cuando caminemos juntos
lo haremos sin seguir a nadie,
cada uno al costado del otro
rumbo al sendero mágico del colibrí,
que solo conduce al encuentro
del corazón de la pachamama.
—Takiruna.

Fuente: www.takiruna.com