La alegría viene por dentro

LA ALEGRÍA VIENE POR DENTRO

Por Arnaldo Quispe

Esta vez se trata de algo netamente personal. Considerando mi edad vengo estudiando en Italia desde hace ya 4 años la psicoterapia transpersonal. Esta carrera -por así decirlo- permite obtener la certificación oficial de «psicoterapeuta» como especialidad post licenciatura de la ciencia psicológica. Este logro llega algo tarde pero a decir de la verdad me encuentra en el mejor momento de mi vida profesional.

La psicoterapia transpersonal es la denominada cuarta fuerza de la psicología, considerando los cuatro ciclos previos: el comportamentalismo (y cognitivismo), la psicología dinámica y la psicología humanista. Cabe aclarar que la esencia de estos paradigmas no pierden vigencia y son por así decirlo integrados dentro del modelo transpersonal. Este modelo permite la inclusión de la teoría psicológica en su conjunto, lo que es mejor no excluye ninguna alternativa ni aporte ni mucho menos ningún merito obtenido dentro de la historia de la psicología. La cuarta fuerza transpersonal es la fuerza de la inclusión e integración de la verdadera ciencia psicológica, es una vista amplia que trasciende incluso la propia psicología para adentrarse en el terreno de las ciencias sociales, humanas y de la salud en general. Inclusive se permite la práctica integrativa dentro del terreno de la fe, la religión, el misticismo, el chamanismo y la vía del cuerpo como nunca antres visto.

En Europa se ha propuesto desde los años ’80s un modelo llamado BIOTRANSENERGETICA, de allí que se utiliza las siglas BTE como es conocido popularmente el método en los países del mediterraneo europeo, sobre todo en Italia, donde se propuso por primera vez de la mano del doctor en medicina y psicoterapeuta Pier Luigi Lattuada y la psicoterapeuta de origen brasileño Marlene Silveira. Con la apertura de la escuela de la BTE-ZERO en 1982 en Italia se abre un capítulo excepcional para la psicoterapia transpersonal en genberal, que hoy se encuentra en expansión a nivel mundial. La BTE es a decir de su gestor un “acto poético”, que se traduce como un acto creativo y hasta recreativo que ilumina y recoge el conocimiento psicológico histórico; desde lo profundo hasta la superficialidad de la existencia; desde el orden riguroso de la ciencia hasta la bondad de la filosofía, la religión, la meditación y el chamanismo; desde las artes creativas-curativas psicológicas hasta las más innovativas estrategias del neo-paradigma mente-cuerpo.

Con 40 años de experiencia y de numerosos libros publicados, tesis, congresos, clínica y psicoterapeutas formados la BTE es la segunda escuela transpersonal en importancia en Italia, después de la tradicional psicosíntesis del reconocido médico psiquiatra Roberto Assagioli.

Cabe recordar que en Italia el rigor de convertirse “psicoterapeuta” de acuerdo a ley pasa por un proceso de 4 años de formación y está reservado a psicólogos y médicos debidamente licenciados. En otros contextos el tiempo y rigor varía de seguro, pero en todos los casos queda claro que ser psicólogo no es lo mismo que ser psicoterapeuta, es decir no basta estudiar y licenciarse en psicología para desempeñarse como psicoterapeuta, lo cual es por así decirlo una especialización post-licenciatura. Lo particular de la formación psicoterapéutica italiana es su rigor de supervisión, que va de la mano con proponer nuevos psicoterapeutas debidamente capacitados y evaluados para tal misión psicosocial. Los psicoterpeutas en formación pasan durante los 4 años por un stage de entrenamiento supervisado y una terapia individual, que a decir verdad es más que necesaria y hasta urgente en estos tiempos de gran movimiento para la consciencia humana.

Una de las herramientas fundamentales de la BTE es el llamado “Cuerpo del sueño”, que propone un conjunto de prácticas cuerpo-mente que recogen la teoría-fuerza de los arquetipos del chamanismo afro-brasileño. Estos arquetipos son una docena de figuras representativas de cada orishà, es decir de cada elemento, emoción y origen de naturaleza humana. Por ejemplo “Jemanjà” nos habla de la figura y emocionalidad del agua salada, así como “Nanà” hace referencia a la madre tierra o Iansà como el poder transformativo del viento. Para cada uno de los “Orishas”, la BTE ha creado un modo particular de práctica psico-corporal, que se enriquece muchas veces con un viaje chamánico, una práctica particular de Mindfulness y la consecuente integración para el ejercicio de la psicoterapia individual o grupal. Estas herramientas pueden ser aplicadas según el intento a seguir para cada una de las tipologías de personalidad, carácter y conducta humana, e inclusive para el mejoramiento de la calidad de vida personal o grupal.

Sin embargo las prácticas cuerpo-mente de la BTE se extienden hacia otros capítulos como la gestión del cuerpo, el respiro y la apertura cuerpo-mente que permite reintegrar en uno los sub-cuerpos que componen la experiencia humana: físico, energético, emocional, mental y espiritual. Sobre este modelo de los 5 cuerpos la BTE encuentra coincidencias teóricas e epistemológicas con otras posturas holísticas. En la BTE se habla muy comúnmente de los chakras y de su importancia para el reequilibrio humano por ejemplo, en el sentido que es un modelo que no excluye el conocimiento milenario de las escuelas tradicionales de espiritualidad universal.

Cuando me refiero a que la alegría viene por dentro, intento decir que estoy satisfecho con este paso profesional que está cogiendo forma. En adelante, estaré disponible con todas de la ley para ejercer como psicoterapeuta en toda Europa y en el mundo siempre que haya un orden o colegio de psicólogos en donde exista el registro correspondiente de la profesión post-licenciatura.

Lo curioso de este paso es que me encuentro cursando el 4to. y último año de la carrera de psicoterapeuta y ya encuentro el consultorio colmado de pacientes, los cuales combinan la neo-modalidad presencia-online. Inclusive pacientes que solicitan dado a la facilidad del idioma, a atenderse en lengua española. Esto de “colmado” no es una arrogancia ni mucho menos, es una realidad y en el mejor de los casos la atención psicoterapéutica privada se limita y mejora poniendo límites con un top de pacientes jornaleros, semanales y mensuales.

Ya en el pasado había estudiado en Lima psicoterapia gestalt por dos años, pero las prácticas suponían mucha informalidad y no precisamente fueron encaminados dentro de un rigor de escuela profesional, por lo que la formación fue más que una capacitación personal en grupo y que no fue convalidada cuando realicé las gestiones de reconocimiento de la profesión en Italia. Solo me reconocieron el título de psicólogo y de allí la necesidad de complementar con la formación en psicoterapia.

Elegí como es obvio la psicoterapia transpersonal, porque es lo más sensato y ecuánime al tipo de trabajo que he venido ejerciendo con los retiros de grupo en Perú, los cursos de chamanismo andino-amazónico, la formación a nivel de tantra y la experiencia previa en la psicoterapia de la gestalt, formación en hipnosis terapéutica, formnación en AT, practitioner PNL, EMDR y Mindfulness. Hoy siento que mi decisión por inclinarme a esta cuarta fuerza de la psicología fue la más acertada y en este período de post-pandemia las herramientas de la BTE se vienen integrando de la manera más increíble y sin barreras en los diferentes contextos y colectivos humanos donde vengo colaborando profesionalmente.

Son tiempos excelentes para una profesión como la psicología, que ha dejado atrás los fantasmas de la “locura”, que suponían un campo minado de prejuicios por el que muchos evitaban siquiera de hablar del psicólogo, y este era presentado como un “loquero” que atiende solo a los “locos”. Estos tiempos graciosos y cavernarios nos persiguieron hasta la llegada del nuevo milenio y el escenario era terríblemente atroz para los neo-psicólogos de los 80’s y 90’s, precísamente a los de mi generación. Hoy por hoy la ciencia psicológica ha entrado en todos los escenarios humanos y es impensado no disponer de un psicólogo dentro del campo de la salud, el deporte, la política, educación y a nivel organizacional. La psicoterapia como especialidad del psicólogo le permite consolidarse dentro de cada escenario humano, debido a que no está solo reorientado al ejercicio de la psicología clínica ni mucho menos. El psicoterapeuta transpersonal, puede desempeñarse en cualquier ámbito personal o colectiuvo humano, inclusive en lo organizacional y en el desarrollo del potencial humano. Una carrera que en mi caso está llegando a un final feliz, pero que es sin duda un nuevo inicio donde generar más escuela y formación alternativa en salud mental.

Solo queda agradecer a los seguidores de la escuela Inca Healing por su paciencia y tolerancia, que los motivos expuestos mantengo las horas disponibles para el estudio y finalización de esta mi neo-profesión de psicoterapeuta. Un abrazo de corazón a mis seguidores entonces.

Fuente: http://www.takiruna.com

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