El arte del Chumpipaq’o

EL ARTE DEL CHUMPIPAQ’O

Por Arnaldo Quispe

El Chumpipaq’o es un tipo de linaje de maestros espirituales andinos que provienen de las comunidades alto-andinas del Cusco. Hoy se sabe del paso legendario del maestro Don Andrés Espinoza en los territorios de los Q’ero, el cual instruyó a algunos maestros iniciados a pampamisayoc de dicha comunidad. El maestro andino y antropólogo Don Juan Nuñes Del Prado de igual manera mantuvo contacto y recibió de manera directa las enseñanzas de Don Andrés entre la década de los 70’ y 80’s. Gracias al aporte académico de Don Juan las enseñanzas se han transmitido y nos llegan hasta el día de hoy.

Don Andrés Espinoza no solo instruyó a sus iniciados en el arte del Chumpipaq’o, debido a que obstentaba otras competencias curanderiles, era un maestro del 4° nivel y digno representante del lado Chaupi, que es el lado del centro de la tradición espiritual Kawsay Puriy. En el lado Chaupi las prácticas de esta tradición ayudan a activar la capacidad de curarte a ti mismo (autosanación) y a los demás, mediante el cultivo de Munay, el poder de la energía del corazón. Chaupi es la parte de la tradición ligada a la autosanación a través del trabajo de apertura e interconexión de centros de energía y una secuencia de prácticas colectivas y círculos de energía, con lo cual se experimenta el potencial creativo y curativo que permite integrarnos a nosotros mismos y a los demás.

En el momento actual es notable el aporte del maestro de origen Q’ero (no occidental) Don Alejandro Apaza, quién viene nominado como el último maestro Chumpipaq’o reconocido por las comunidades de practicantes e iniciados. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos y los aportes de este y otros fidedignos maestros, la tradición oral y arte espiritual del Chumpipaq’o está cayendo en desuso y en riesgo de desaparecer, sobre todo si las enseñanzas no se transmiten adecuadamente. Uno de los mayores peligros para la tradición del Chumpipaq’o es la propia superficialidad con que numerosos e improvisados “maestros” transmiten sus enseñanzas mediante eventos dedicados al turismo místico de masa, muchos aportes de este modo, se convierten en información híbrida que rápidamente viene absorbida por el movimiento new age.

En lo personal, vengo estudiando desde hace unos 20 años de manera escrita, oral y vivencial las prácticas del Chumpipaq’o, las del lado Chumpi y de todo arte espiritual andino que tenga que ver con el manejo sustancial de las piedras chumpis, que son parte central de esta disciplina andina. Cabe recordar que el Chumpipaq’o no es la única tradición que trata sobre las piedras chumpis y el esquema energético, de igual manera para la tradición espiritual conocida como Ñusta Karpay el manejo del modelo energético y de las piedras chumpis es esencial.

Los códigos del arte del chumpipaq’o no son sin embargo un misterio hoy por hoy. Sin duda contamos con numerosa información suelta y registrada en Internet, información que dicho sea de paso se repite y no parece conducir a ninguna parte. Como todo arte requiere despertar el propio talento natural para asimilar y hacer de uno mismo un don que antes no estaba presente en la práctica personal. Para la práctica del arte resulta fundamental conocer el modelo energético andino, que en metáfora es como caminar descalzos en la playa de arena fina. Si se conoce con propiedad este singular esquema el trabajo de “tejer” los hilos y conectar los centros energéticos calza de la mejor manera. Si se trabajase con otro modelo energético no andino sería como caminar descalzos en una playa donde abundan arena blanca, piedras y maleza. De alguna forma el arte ha evolucionado por medio de la propia geografía andina, por su energía telúrica y por el modelo de pensamiento e idiosincracia que demanda una gran nobleza hacia el cuidado de la madre tierra.

El arte del Chumpi paq’o se especializa en la gestión de las energías sutiles teniendo como marco de referencia el modelo energético andino, donde los Ñawis (ojos) son los centros energéticos, el Poqpo (bola) es el campo de energía luminosa, los Seq’e (cuerdas) son los trazos o líneas que conectan los centros y los Chumpis (cinturas) son las bandas energéticas que rodean desde cada centro el propio campo luminoso. Estos componentes se encuentran en permanente interconexión, fluyen de acuerdo al modelo toroidal de energía fina a pesante (de sami a jucha) y viceversa. Cuando hay una interrupción en el flujo y se produce un bloqueo esto se refleja en un acúmulo de energía de una parte y una escasez en otra, que por consiguiente pueden acarrear problemas en los otros cuerpos dimensionales.

El modelo del esquema energético andino es toroidal porque se renueva a sí mismo. Se autoregenera. Es un modelo en donde la gran fuerza de la vida y de la gran madre  impulsa la capacidad reparadora y autosanadora. En el toroide todo gira y todo lo que nace, vive, se desarrolla y muere, para luego renacer. Aquí la muerte es solo parte del proceso. Es el impulso al flujo que permite que la energía encuentre el camino, de alguna forma se las arregla para la continuidad, sin la cual nada tendría sentido y no habría equilibrio.

Para el arte del chumpipaq’o se requieren algunos instrumentos maestros, conocidos como herramientas chumpi khuyas, mesas de sanación y elementos auxiliares como plumas de cóndor, palo santo o campanas. Todos estos elementos se encuentran en correspondencia con la creatividad del arte y en sincronia con el legado de maestros auténticos que nos preceden y que ya en el pasado han registrado y “cargado” estas fuerzas de trabajo para el bienestar humano. En la sanación energética el espacio por ejemplo representa una “huaca” y sus códigos ancestrales nos hablan del poder del chumpipaq’o (o curandero) para llamar a los espíritus guías y construir el espacio sagrado con sabiduría.

En el método Inca Healing que enseño he recogido todas y cada una de las experiencias realizadas con Chumpipaq’o ya sea occidentales y andinos. El método es un intento por llevar adelante una entera tradición oral que está cayendo en desuso y en riesgo de extinción. Motivo por el cual en la escuela nos focalizamos en la trasmisión del conocimiento de manera directa, con programas de formación que buscan difundir e integrar la disciplina entre los nuevos practicantes. Hoy por hoy encontramos una gran acogida por parte de numerosas personas en el mundo ávidas en conocer de manera auténtica las bondades de este arte espiritual andino. Un arte que con talento natural pueden hacer suyo y compartirlo con la gran humanidad.

Autor del artículo: Arnaldo Quispe (Takiruna)

Fuente: http://www.takiruna.com

Nota: Se autoriza el uso del presente material escrito y fotográfico siempre que se mencione la fuente.

Próximo evento en Perú… El arte del Chumpipaq’o (método Inca Healing). Descarga o visualiza el dossier a continuación:

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