El retorno de la heroína en la Ñusta Karpay

EL RETORNO DE LA HEROÍNA EN LA ÑUSTA KARPAY

Por Arnaldo Quispe

Cuanto más se exploran los confines y la consciencia evoluciona se habla del viaje de la heroína. Esta es la versión femenina del viaje del héroe de su par masculino que alguna vez fue propuesto por autores connotados como Campbell y Vogler. El viaje femenino es de transformación interior y unidad y no pretende separar roles sino más bien un camino de integración humana.

La Ñusta Karpay desde el punto de vista de las teorías del potencial humano también está basado en los pasos de todo viaje de crecimiento personal, sea este masculino o femenino. El viaje más que una forma de desplazarse lejos de casa es una metáfora para realizar un viaje de transformación interior y es en este escenario donde los cambios van llegando paulatinamente a veces de manera drástica y a veces de modo significativo. Las personas que suelen realizar un retiro espiritual como por ejemplo el de la Ñusta regresan a casa con insight y nuevas formas de percibir el mundo que van a la par de sensaciones, emociones, sanaciones en diferentes niveles y mucha limpieza sobre todo de la historia personal. Un retiro es de igual manera un espacio para aclarar el escenario actual, purificar la pesantez energética y considerar otras variables para tomar mejores decisiones.

En un retiro la energía espiritual que se mueve es de gran magnitud y empuja a los participantes a superar los propios límites mentales y entrar en una zona de aprendizaje que va más allá de la zona de confort. Las pruebas, las dinámicas y la convivencia van hilando nuevas formas de ver el mundo y destapando los viejos modelos que ya no funcionan o no conducen a ninguna parte. Es de esperar que luego de un retiro las personas se encuentren por un período de tiempo sensibles, con ligereza y hasta contrariadas por intentar calzar mejor en una contexto personal que no ha cambiado supuestamente nada. De a poco la percepción del cambio irá acomodandose dejando atrás la idea de cambiar al mundo, abriendo paso a la idea de cambiar uno mismo que es central en la visión del potencial humano.

El viaje femenino de Ñusta Karpay se compone de múltiples aristas entre ellas el contacto con un mundo milenario impregnado de espiritualidad, de valores culturales y étnicos que conservan la memoria de los tiempos, de seres de luz que en nuestro pasado circular hoy forman parte del modelo amplio de arquetipos del inconsciente colectivo universal. El viaje se inicia en la mayoría de los casos con un llamado, con un fuerte impulso a emprender y caminar en un contexto nuevo. Cuando se aclaran las inquietudes y nace la decisión de participar las energías se movilizan en aras de una consecuente organización personal. Todo apunta a lograr el desafío de formar parte de un nuevo grupo humano. Cuando el retiro se inicia entran en juego las dinámicas de relación y poco a poco los participantes se van conociendo y abriendo la posibilidad de una mayor sintonia relacional, esto sin renunciar a la idea de ser uno mismo. Las primeras respuestas de desfase en la sincronía humana llegan cuando se pone en evidencia la propia autenticidad personal, esto permite reflejarse en el otro y abrir paso a una zona de conflicto de lo que a veces no queremos aceptar en nosotros mismos, aquí ayuda mucho las dinámicas, pruebas y ritos de paso. Estos tienen la facultad de mover, de estirar, de desenmascarar, de limpiar y buscar un nuevo órden útil para acrecentar el estado de consciencia.

Caminar y subir montañas va más allá del solo hecho de hacer trekking y representa sobre todo -por la altitud andina-, un genuino contacto con las montañas tutelares que más bien llevan el nombre de apus. El Apu es una atribución sagrada en la medicina de la madre tierra, es la montaña misma que cobra vida anímica y evidencia su campo telúrico vivo. Los ritos de NK han sido propuestos uno a uno con cientos de años de tradición, y hoy si bien es cierto se han enriquecido conservan su esencia como si tratara de bendiciones y aperturas energéticas conducidas por mentores o guías espirituales que asumen el rol de hermanos mayores. Cada rito viene impregnado de una fuerza especial y en su parafernalia se ponen en juego con mito, sabiduría con sanación y crecimiento personal con alquimia interior.

La expansión del estado de consciencia va cogiendo forma con nuevas propuestas de experiencia personal, se alargan los contenidos y las respuestas van superando a las preguntas. El nuevo paradigma va surgiendo, no a todos por igual, pero si se confirma que de alguna manera el potencial humano viene tocado y puesto en evidencia. Múltiples abrazos y caricias energéticas complementan y acompañan todo intento de superación personal. La mujer renace con mayor sabiduría y emerge la mujer medicina, aquella que es capaz de sanarse a sí misma con la medicina ancestral que no le es ajena. Un nuevo escenario surge y hay que estar atentos para procesar en un radio relativo de tiempo los cambios justos que nos merecemos asumiendo finalmente nuestro lugar en el mundo.

Fuente: http://www.takiruna,com

Nota: Se autoriza el uso del presente material escrito y fotográfico siempre que se mencione la fuente.

Esta entrada fue publicada en Takiruna y etiquetada , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario