CRISIS… CRISIS
Por Arnaldo Quispe
No somos ajenos a la situación político-social que se vive en Perú en estos momentos actuales. En lo personal hay eso sí una fe inquebrantable que las cosas se solucionen de manera pacífica y la crisis no se agrave en todos los ámbitos y contextos de nuestra paqarina y madre tierra peruana.
Normalmente las crisis sociales no solo se repiten con una frecuencia cíclica a veces impredecible, sino también parecen ser necesarias porque remueven la consciencia humana del estancamiento político al cual se llega por siglos de injusticia social. En este sentido, las crisis permiten en una fase sucesiva un mayor crecimiento en el estado de consciencia social y de igual manera en todo orden de cosas. Las crisis permiten liberar la energía social reprimida y encaminar la convivencia hacia un nuevo orden y nuevo equilibrio.
Las características de este estallido colectivo poco tiempo atrás removió a algunos de los países vecinos de la región, esta vez como era de esperarse nos tocó a nosotros los peruanos. El Egregor que moviliza a las masas justas o no no tiene necesariamente que pasar por la toma de las armas ni la sensación de un enfrentamiento civil-militar, entre peruanos, una experiencia que ya hemos vivido décadas atrás y que ha provocado cuantiosas pérdidas materiales y humanas irreparables sin duda.
En el Perú de Arguedas de «todas las sangres», de repente bajo la lupa de esta diversidad no hay otro país en el mundo con tan variado mosaico de razas, colores y etnias, propios de un país con grandes extensiones de territorio geográfico y diversidad de micro-climas.
La manera de llegar al equilibrio no es por la fuerza, la violencia o la represión. La única manera ante la gran variedad de grupos sociales de toda índole es el consenso, el acuerdo y que los líderes de cada sector esten debidamente representados democráticamente en los organismos del estado.
El Perú no puede parar más, ni muchos menos caer de la mano de la anarquía, es tiempo de escuchar y negociar hacia una forma de acuerdo nacional, sobre la base de una paz entre peruanos que nos ha costado mucho obtener. Mi sentir es hacia una cultura de paz y el intento de movilizar la conciencia humana hacia un estadío superior.
Fuente: www.takiruna.com
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