11 de setiembre, cuando la realidad supera la fantasía

11 DESETIEMBRE, CUANDO LA REALIDAD SUPERA LA FANTASÍA

Por Arnaldo Quispe

Han pasado 10 años desde que se prudujo el atentado a las torres gemelas, el corazón financiero de los Estados Unidos y del mundo, cuyo desenlace fatal produjo la muerte de tres mil personas civiles inocentes. Este trágico evento causó un impacto crucial en la actitud y mentalidad de millones de personas, el drama fue superior obviamente para las tres mil familias que perdieron a sus seres queridos en la llamada “zona cero”.

La humanidad entera se vio afectada de alguna manera, con cambios en todas las esferas, en lo económico, en la política, en lo social, en la cultura, en fin cambios de consciencia colectiva e individual que marcaron la historia del mundo. Lo sucedido el 11 de setiembre en el World Trade Center representa la insanía, la barbarie, impotencia, decadencia, confusión y miedo. Las sucesivos días y posteriores semanas fueron expectantes para la entera humanidad y decisivos para la moral de la primera potencia mundial.

Numerosos servicios públicos y privados de salud mental (psiquiatría, psicoterapia y psicología) de norteamérica, tuvieron que activarse en las posteriores semanas para atender a los familiares de las víctimas y testigos del atentado terrorista, por el llamado estrés post-traumático, carcaterizado por ansiedad, miedo, inseguridad, desconsuelo, reviviscencia, transtornos del sueño y atención.

A diez años de la tragedia queda aún en la retina de millones de personas los recuerdos amargos y desoladores de destrucción “en vivo”, que supera cualquier tipo de imaginación. Numerosos videos y fotos de aficionados y turistas quedan como muestra y material histórico con un reiterado mensaje: “la realidad -una vez más- supera la fantasía”.

Aunque no es revelante para este artículo quiero mencionar en este último párrafo que en momentos del atentado y días sucesivos, no estaba en contacto con el mundo por encontrarme realizando mi dieta de plantas maestras con chamanes en medio de los bosques de la amazonía peruana. En condiciones de dieta amazónica la incomunicación con el mundo exterior es total, en ello radica la esencia de este antiguo arte de crecimiento espiritual de los chamanes amazónicos. A mi regreso a la ciudad de Tarapoto la noticia del atentado a las torres gemelas fue recibida con sorpresa, pero con tranquilidad, gracias probablemente a que me encontraba aún inmerso en meditación e interiorización por la experiencia de retiro-dieta apenas vivido. Esa es mi experiencia.

Fuente: http://www.takiruna.com

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