Era el momento de hacer preguntas y luego callar. Mi maestra parecía aprobar mis inquietudes, motivo por el cual le pedí que me explicara sobre cómo incrementar mi capacidad de ver. Ella con una sonrisa previa me dijo que no era necesario esforzarse por lograrlo y que debía dejar fluir mi visión interior pues era el canal para comenzar a abrir la mente interior del corazón. Y yo comencé a entender y ver, y solo cuando dejé de entender logré ver aún con mayor visión…
Por Arnaldo Quispe. Fuente: http://www.takiruna.com
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