¿Cuentos Zen?, ¿Cuentos Lakota?, ¿Cuentos Tibetanos?, ¿Cuentos Sufíes? No, esta vez se trata de Cuentos Andinos, por primera vez un primer volumen de«CUENTOS ANDINOS PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL», que lleva como título «EL COLIBRÍ DE ORO», para descargarlo gratuitamente…
- Para descargarlo entra en el siguiente enlace: pulsa aquí
- Si tienes facebook y quieres seguir al autor en causas como esta: pulsa aquí
Mi intención de crear este libro pasa por llenar un vacío existente en nuestra realidad andina, en la actualidad hasta donde llega mi horizonte visual, aportes como este eran inexistentes. Cada día debíamos consolarnos con leer los cuentos de otros contextos culturales (cuentos zen, sufíes, chinos, etc), por ello tenía una visión de reunir material estrechamente vinculado al pensamiento e idiosincracia del poblador andino, y hablar de sus creencias, tradiciones y medicina. Ese día ha llegado, y es una demostración que los sueños pueden hacerse realidad.
Este aporte es sin embargo muy modesto, no es comercial, es más bien inmaterial y el único deseo del autor es que se difunda el pensamiento andino por las cuatro direcciones del actual Tawantinsuyo (latinoamérica unida), de ese modo el pueblo andino puede resurgir culturalmente en el sentido de mantener vivos sus mitos y leyendas.
En el mundo andino todo es vivo, los cerros, las plantas y hasta las piedras, todo ocupa un lugar mágico en la vida, una cosmovisión estrechamente ligada a las fuerzas de la naturaleza en donde la mano del hombre individual deja de ser protagonista, pues se valora más la vida comunitaria. Como comunidad o ayllu el hombre tiene la fortuna de vivir rodeados de los frutos de la madre tierra de los cuales se nutre. No en todos los contextos se respeta esta alianza del hombre con la madre tierra, por ello el pensamiento andino es una esperanza para la entera humanidad.
El mundo andino tiene mucho que enseñarnos, mucho que compatir con todos los contextos culturales no autóctonos, es imposible no hacerlo, vivimos en un solo hogar llamado tierra, y con el ejemplo y la cosmovivencia de nuestros sabios ancianos podemos trasladar experiencias espirituales a los lugares más remotos de la realidad mundial. En este abrir y cerrar de ojos hay personas que nos abren su corazón y comprenden la importancia de revalorar a la madre tierra y sobre todo sus recursos naturales pues nada es eterno en esta vida. Estas personas sin distinción de raza, credo, color o sexo están más cerca de entender que la vida en comunidad es el único camino del amor incondicional, a diferencia del individualismo que es la base del ego occidental.
Somos una gran fuerza humana, vivamos del ejemplo de nuestros hermanos los árboles, las plantas y los animales, vivamos inspirados en la sabiduría ancestral de nuestros maestros espirituales, de nuestras culturas precedentes que supieron vivir en comunidad respetando la participación de todos, en donde no existía hambre, pobreza y enfermedad. Los cuentos son una buena causa para transmitir de manera oral una enseñanza con sentido inmaterial. Alguna vez escuché decir a uno de mis maestros que si algo no existe en una cultura, pues debes crearlo tú mismo, respetando el sentido y el modo de pensar del mundo andino, hoy esas palabras se logran concretar con estos cuentos, hoy mi sueño se ha hecho realidad.
Debe estar conectado para enviar un comentario.