MITOS DELA NUEVA ERA – II
Por Arnaldo Quispe
Los mitos de los cuales hablo… llegan a unos 30, deberían llamarse excesos o exageraciones de la nueva era, pero prefiero llamarlos mitos, porque es darle un tono particular, el tono que suele caracterizar a las creencias que se forman artificialmente y de una manera muy superficial. Hay un impulso natural a revelar con precicisión cada mito, tal vez no sea del agrado de algunas personas «nueva-eristas» y que se pueden perder contactos importantes de este modo, pero en el fondo exteriorizar algunas ideas van de la mano con la propia consciencia, aún así tenga que tolerar las consecuencias. Sensatez es la palabra.
4) TODO SE CURA CON AMOR Y FE. El amor es un estado de conciencia elevado, un sentimiento inherente a la vida misma que impulsa al ser humano a alcanzar altos niveles de desarrollo personal y salud, el amor es sinónimo de vida, la falta de amor conduce a las enfermedades y la muerte.
OPINIÓN: Es una postura que agrada escuchar, pues da esperanza y eleva la moral. Por duro que sea no aceptar todas las dimensiones de este paradigma, es importante aclarar -por respeto al amor mismo- que hay problemas humanos, sociales, y de salud (enfermedades), que exígen otras variables de solución como la disciplina, la tecnología, la voluntad, las medicinas, etc. El amor es quizás el valor más indispensable, pero requiere de otros elementos para alcanzar los propósitos deseados. Un mínimo de sentido común ayuda por ejemplo a no esperar curar una fiebre o una fractura con rezos y caricias, cuanto urge la intervención de la medicina física pues es más útil en numerosos casos.
5) MI VIDA NO ES IMPORTANTE. Algunos grupos de nueva era minimizan la importancia del pasaje de la vida a la muerte física, se escucha decir: “bueno, todos tenemos que morir”, “pasó a mejor vida”, “al menos ya no sufrirá”, «ese era su destino”, “si he de morir mejor que sea por una buena causa”. A priori se toma muy ligeramente el tema y se aduce que la vida no es importante, porque tenemos propósitos mayores o hay una línea de reencarnaciones (karmas) por los cuales seguiremos conservando la vida.
OPINIÓN: El tema del pasaje de la vida a la muerte, merece los mayores respetos, cuando la pérdida es irreparable hay que respetar el silencio y la pena, estos procesos duran un período de tiempo variable. El pasaje de la vida a la muerte si bien es cierto es una situación real que llegará a cada uno en el momento en que debe llegar, creo que hay que mantenerse en vida hasta que la fuerza del corazón así lo exija . Por otro lado, hay que tener fé en la vida presente, en el día a día, pues es el único modo de ejercer nuestra consciencia de ser y estar.
6) EL EGO Y EL APEGO ES NUESTRO ENEMIGO. Hay numerosos grupos que han declarado abiertamente la guerra a palabras del diccionario como “ego» o “apego”. Con el ejemplo de algunas doctrinas orientales se asegura que para llevar una vida espiritual se debe llevar una vida muy simple, basado en la precariedad material y el anonimato.
OPINIÓN: Resulta increíble observar a muchas personas que mantienen esta postura por el tipo contradictorio de vida que llevan, la ausencia de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace hace que se desvirtúe este mito con facilidad. Hay niveles de ego y apego que deben ser tolerados, porque de ello depende que llevemos una vida coherente con el paradigma occidental en el que nos encontramos. Es díficil suponer que vivamos una vida sin apego cuando hay impuestos por pagar, el alquiler de la casa, una canasta familiar que llenar, un sueldo que esperamos con ansia cada fin de mes o una vida familiar en donde debemos procurar que los hijos alcancen estándares de vida socialmente sostenibles. El fanatismo y la alienación hacen que busquemos diversas formas de “escapismo” mental y nos alejemos de la propia realidad contextual, aceptando superficialmente -inclusive- como propias disciplinas culturales distantes a nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Las consecuencias luego suelen ser visibles.
Fuente: http://www.takiruna.com
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