ABRAZOTERAPIA
¿Qué es?
La abrazoterapia es una practica terapéutica que redescubre la importancia del abrazo como necesidad vital que tenemos todos de amar y sentirnos amados de verdad. El contacto físico no es sólo algo agradable. Es algo necesario. La investigación científica apoya la teoría de que la estimulación por el contacto es absolutamente necesaria para nuestro bienestar físico y emocional.
El abrazo
Es agradable. Ahuyenta la soledad. Aquieta los miedos. Abre la puerta de los sentimientos. Fortalece la autoestima. Fomenta el altruismo. Retarda el envejecimiento; los abrazantes se mantienen jóvenes por más tiempo. Ayuda a dominar el apetito; comemos menos cuando nos alimentamos con abrazos… y cuando tenemos los brazos ocupados en estrechar a los demás.
Además, el abrazo: Alivia las tensiones. Combate el insomnio. Mantiene en buen estado los músculos de brazos y hombros. Es un ejercicio de estiramiento para los de poca estatura. Es un ejercicio de flexión para los altos. Ofrece una saludable alternativa ante la promiscuidad. Representa una alternativa saludable y sin riesgo ante el alcohol y otras adicciones. Afirma el ser físico. Es democrático; cualquiera es candidato a un abrazo.
El abrazo es ecológicamente aceptable, pues no altera el ambiente. Ahorra energía al economizar calor. Es portátil. No requiere equipos especiales. No necesita de un sitio especial; cualquiera, desde un umbral hasta una sala de conferencias para ejecutivos, desde el atrio de una iglesia hasta un estadio de fútbol, es buen lugar para un lindo abrazo. Hace más felices los días felices. Hace soportables los días insoportables. Imparte sentimientos de arraigo. Llena los vacíos de la vida. Continúa ejerciendo efectos benéficos aun después de la separación.
Abrazoterapeuta
Los requisitos para ser abrazoterapeuta y para ser paciente son los mismos: simplemente, abrazar y existir. El abrazo terapéutico es un proceso de curación mutua. En realidad, abrazante y abrazado desempeñan papeles intercambiables. Como abrazoterapeuta, uno está abierto al niño que lleva dentro, necesitado de afecto, seguridad, apoyo, cariño y juegos, en tanto se ofrece a las mismas necesidades por parte del otro.
El abrazoterapeuta no juzga ni culpa. Pero sabe reconocer que muchos de nosotros, en nuestra poco amable sociedad, no hemos aprendido a pedir el apoyo emocional que necesitamos. Si desde la Infancia han escaseado el amor o el apoyo (o los juegos) tal vez nos sintamos afectos de contacto físico y hasta heridos. Si las experiencias del pasado nos han dejado una autoestima deficiente, podemos sentirnos indignos de amor… indignos de un abrazo.
Los abrazoterapeutas no pueden resolver todos estos problemas, pero sí respetar los conflictos y ofrecer comprensión, risas, palabras suaves y abundantes abrazos.
La abrazoterapia no es sólo para los solitarios y los doloridos. También da mayor salud al saludable, más felicidad al feliz. y el más seguro entre nosotros se sentirá aun más seguro. EI abrazo es para todos. Cualquier puede ser abrazoterapeuta. Pero si usted domina los Tipos de Abrazos y las Técnicas Avanzadas, desarrollará mayor habiIidad y confianza en su capacidad natural de compartir abrazos estupendos.
Mito y modelo
Aunque los abrazoterapeutas estamos convencidos de que el abrazo es para todos, existen algunos escépticos a los que les cuesta aceptar un abrazo. Creen, erróneamente, que el único propósito del abrazo es cimentar una relación de intimidad física.
El abrazo físicamente íntimo también puede ser bello, pero corresponde a otro nivel de necesidades. Ese tipo de abrazo jamás podrá reemplazar a un buen abrazo terapéutico. Hasta las parejas necesitan montones de abrazos comunes, por añadidura. Para evitar que los pequeños adopten ese punto de vista prejuicioso y estrecho, abrácelos con frecuencia: de un modo afectuoso, tierno, juguetón o como apoyo. Que vean a los padres ya otros adultos abrazarse de ese modo. De lo contrario, al crecer acabarán convencidos de que los abrazos sólo son para los amantes y que, para ser abrazado (y abrazable) uno debe sentirse físicamente atraído por el otro. Un abrazoterapeuta ha de esforzarse en lo posible por divulgar ese concepto más amplio del contacto físico y del abrazo, predicando la fe en que un día lleno de abrazos puede otorgar una satisfacción y una serenidad indecibles.
Inversión
La abrazoterapia no es gratuita. Requiere sobre todo voluntad. Su costo es la fortaleza que se requiere para ser vulnerable. El precio de abrazar es el riesgo de que nuestro abrazo sea rechazado o mal interpretado.
A muy corta edad, somos abiertos por naturaleza. Queremos dar amor y contacto físico, tanto como ser amados y tocados. Si nos vemos privados de amor y contacto, nos tornamos mal dispuestos a pagar los aranceles de vulnerabilidad. El amor retenido puede convertirse en dolor.
Los abrazoterapeutas ayudan a aliviar ese dolor. Cuando nos arriesgamos a un abrazo afirmamos nuestra maravillosa capacidad de compartir. Cuando nos volcamos hacia afuera y tocamos a otros, estamos en libertad de descubrir la compasión, junto con la capacidad de alegría, que existe en todos nosotros. Según vamos transformándonos en abrazantes más espontáneos y descubrimos tales riquezas interiores, el precio comienza a parecernos relativamente bajo.
Fuente: http://www.takiruna.com
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