COCO Y LA FAMILIA QUE VIVE EN NOSOTROS
Por Arnaldo Quispe
Coco es la última producción de Disney y Pixar que lejos de estar dedicada al público infantil, llega a los niños de todas las edades, niños que obviamente viven en cada uno de nosotros. Este film animado a mi modo de ver es una gran iniciativa que ayuda a entender y valorar la importancia del árbol familiar, cuyas raíces viven latentes en el mundo presente. Esto nos hace reflexionar sobre el hecho de no estar solos y de considerar la posibilidad de respetar la presencia de nuestros antepasados que viven a través de la energía de nuestros recuerdos y ofrendas. Nuestro mundo actual -acaso- y todo lo que existe en nosotros… no sería otra cosa que un legado de nuestros antepasados, una continuidad en el extenso e interminable linaje de nuestra propia raza humana.
El film llega con una inusitada fuerza, algunos dicen que es una historia infantil, otros afirman que se trata de un argumento exclusivamente para adultos, yo pienso que no es conveniente poner etiquetas en ningún caso y por ello eso sí es útil que la veamos libre de tamices o filtros, que el film llegue como deba llegar y a quién tenga que llegar. Se requiere de apertura una vez más, la cual es la clave para incorporar algunos elementos de nuestra moderna sociedad, que no siempre transmite a través de sus medios -como afirman los escépticos-… solo consumo, dolor, muerte o guerras…. Coco es una demostración que algo diferente nos está llegando, por lo menos esta vez y con gran acierto de parte de una poderosa industria llamada Disney.
Coco es un film que ayuda a entender la importancia de afirmarse en aquello que uno sueña ser, en no renunciar a aquello que uno se siente capaz de hacer para su propia vida, propósito para lo cual se viene finalmente a este mundo. Miguel nos recuerda y ayuda a entender la importancia de descubrir el propio talento interior, que muchas veces no es entendido y lejos de serlo viene negado o ignorado por las expectativas que los demás proyectan sobre nosotros mismos, acaso nos estamos refiriendo a nuestros propios padres o a ciertas tradiciones.
Como en ninguna otra producción de cartón animado sobre todo si es dirigida en teoría al público infantil, Coco ayuda a desmitificar y eliminar el prejuicio del miedo a muchas cosas que antes parecerían oscuras y hasta impensadas, como el miedo a la sola presencia de los muertos, el miedo fantasmal a las calaveras, a los seres o animales mitológicos, a los cementerios, etc. Como en ningún otro caso (ni cuentos, libros, psicólogos o los propios padres) otros medios logran transmitir estas explicaciones acerca de la muerte de una manera tan sensata, natural y hasta divertida. Hecho que no pasa desapercibido de ninguna manera.
El protagonista principal del film es sin embargo Miguel Rivera no Coco, un niño que lleva la música en su corazón (y en las venas…) a quién la familia le niega toda posibilidad de realizar sus sueños artísticos. Miguel por circunstancias que se explican mejor viendo el film… realiza un viaje al mundo de los muertos para reencontrarse con su pasado, con sus orígenes y concretamente con su tatarabuelo Héctor (el padre de Coco), quién era un músico que despareció sin mayores explicaciones y que por este motivo fue descartado por la entera familia, y que hasta entonces era el eslabón perdido para Miguel. La desaparición de este personaje familiar fue un hecho que marcó a todos los descendientes, a los cuales les fue transmitida la idea de haber sido injustamente «abandonados» y que por este hecho debían rechazar toda idea que pudiera unirles con este personaje desaparecido, misterio que deslindaba completamente con la verdad absoluta, debido a que Héctor fue inconcebiblemente asesinado por su mejor amigo, sin poder dar luego -obviamente- las pistas sobre su paradero o siquiera su extraña muerte. Con el viaje de Miguel al mundo de los muertos se resuelve inclusive este quiebre en el orden del linaje familiar.
Coco se presenta como una gran oportunidad para conocer de cerca una parte de la cultura tradicional mexicana, como el superarchicelebrado «Día de los muertos» e introducir elementos que tienen relación directa o indirectamente con el desarrollo del film, como la presencia de las Catrinas y constantes apariciones de la propia Frida Kahlo. Cabe recordar que la creación de la Catrina (doña Catrina) es un invento del caricaturista José Guadalupe Posada a inicios del siglo pasado, pero que fue popularizada en todo México a partir de los murales de Diego Rivera. Hoy la Catrina es un elemento presente en todos los rasgos vinculados al Día de los muertos y todo lo que ello conlleva. Cabe mencionar la participación del carismático perro sin pelo de Miguel llamado Dante, que es un personaje central del film y que procede dicho sea de paso de una tradicional raza de perros aztecas.
Este film permite aceptar sin juzgar aspectos tan importantes de la vida como es la muerte misma, como parte de un proceso o viaje que continua en otra dimensionalidad del espacio/tiempo, proceso que viene representado e ilustrado para una mayor comprensión a fin que el público potencial infantil al que ha sido dirigido pueda valorar, entender e integrar sin prejuicio alguno estos conceptos. Aunque sueñe extraño Coco es un film que puede ser considerado como elemento explicativo dentro de las terapias alternativas que reconstruyen la unidad familiar en uno mismo, como son las constelaciones familiares o la psicogenealogía y otras que salen a nuestro encuentro, estos últimos argumentos -como resulta obvio- suelen ser tratados dentro de la psicología evolutiva adulta.
Fuente: http://www.takiruna.com
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