25 AÑOS CON AYAHUASCA
Por Arnaldo Quispe
Echando una mirada en el tiempo lineal… en la dirección del pasado, han transcurrido exactamente 25 años desde mi primera experiencia con Ayahuasca. Como quiera que siempre hay una primera vez esto ocurrió en el barrio de «La Hoyada» en la ciudad de Pucallpa, cuando por aquellos años trabajaba como psicólogo de la base FT100 de la Marina peruana. Las motivaciones en aquella experiencia demás está decir fueron lúdicas y de absoluta curiosidad con la idea de realizar una experiencia placentera. Sin embargo esta experiencia produjo una primera «cachetada» a mi mente racional y hasta se transformó en un momento de abundante limpieza personal.
Han pasado 25 años desde mi primera experiencia con Doña Dominga, una curandera anciana de origen mestizo, muy sabia y poseedora de un conocimiento ancestral especializado en innumerables remedios y trabajos de recuperación del alma. Sin embargo estos dotes de la curandera solo pude decodificar cuando años después regresara para introducirme en este contexto de medicina tradicional, al cual he denominado el «camino verde«, porque proviene a mi entender de la gran selva verde amazónica.
Las experiencias con Doña Dominga fueron el inicio de un largo proceso empírico de transformación interior. Fue con la llegada del nuevo milenio que trabajando como psicólogo del Centro Takiwasi, que conocí un primer protocolo y modelo de intervención con el uso combinado de la psicoterapia y las plantas sagradas. En este proceso de integración profesional, tuve innumerables experiencias de intercambio con maestros legendarios como: Don Solón Tello, Don Ignacio Lopez, Don Juan Flores, Doña Norma Panduro, Don Alejandro Salas, Don Guillermo Ojanama y los médicos gestores del centro: Rosa Giove y Jacques Mabit. Sin duda alguna una experiencia importante de sanación personal y de crecimiento profesional.
Gracias a todos estos aportes… el año 2006 fue iguallmente excepcional porque se abrió el portal que me permitiría realizar una primera ceremonia de ayahuasca, que en formas y usos amazónicos se le conoce como «convidar». En este caso en el 2006 convidaría ayahuasca por primera vez a un grupo de terapeutas de la ciudad de Lima. Esto supone 15 años de experiencia personal en relación al presente, integrando y ofreciendo ceremonias con plantas sagradas de la Amazonía peruana. En estos años años he compartido la medicina en países como Argentina, México, USA, España, Italia y desde luego Perú.
Quiero dejar bien en claro que ser facilitador, conductor o guía en ceremonias es un asunto que exige la máxima disponibilidad, preparación, coherencia y podría afirmar hasta la apertura hacia un aprendizaje contunuo, debido a que considero que representa una escuela de vida, un «camino verde» en la cual siempre se aprende algo diferente y es más se van integrando otras prácticas eficaces a fin de mejorar el propio performance de viaje de visiones. Esto se traduce como un modo de «autoespecializarse» en un tema que considero primario y sagrado.
Con el tiempo se logra conocer los diferentes tipos de ayahuasca, por el tipo de color de la materia prima o el efecto que causan, de este modo se abrieron paso las ayahuascas del tipo cielo, trueno y hasta jaguar.

EL SECRETO DE BAJAR LA MAREACIÓN
Quiero compartir que la mejor manera de bajar una mareación, es decir cuando el viaje se transforma en un momento pesado y hasta excesivo, que la mejor manera es siempre el trato personal, en el sentido de saber gestionar a la persona con la persona, al corazón con el corazón, en donde la transparencia, la compañía y las palabras mágicas ocupan un papel central. Luego le podemos agregar el hecho de beber agua, rociar el agua florida o el perfume de aromaterapia, inducir el vómito, hacer caminar y mojar la cabeza, dar limón, canela y las otras múltiples estrategias que lejos de bajar la mareación inducen al relajamiento y permiten que el proceso sea más llevadero. Inclusive un buen curandero podría hacer uso de un placebo y esto ha dejado de ser un secreto desde hace mucho tiempo.
OTRAS FORMAS DE INGESTA
La forma de ingesta clásica ha sido siempre por vía oral, es decir se bebe el vaso o copita tradicional con ayahuasca de manera líquida, cuyo sabor es del agrado de pocos y del rechazo de la mayoría. Hoy por hoy vengo trabajando con otras dos formas de suministración, las cuales son por vía aérea (fumada) y por microdosis en donde lo que se encuentra presente es la esencia del preparado.
Por el momento vengo trabajando y convidando ayahuasca en Italia, las sesiones son cada dos, tres o cuatro meses, motivo por el cual ofrezco un top de hasta 4 ó 6 ceremonias al año y son exclusivas para el grupo ya iniciado y para aquellas personas en donde hay un trabajo de acompañamiento terapéutico-psicológico. Muy probablemente sea uno de los pocos profesionales y facilitadores que se ocupan de este capítulo de plantas maestras, protocolo de acción que corresponde a la medicina tradicional amazónica (MTA), cuyo modelo es esencialmente de ritualidad y sacralidad.
Fuente: http://www.takiruna.com
Arte «Justina» por Geenss Archenti
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