LE LANGHE: PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Por Arnaldo Quispe
La primera vez que vi Le Langhe era como si mi mente se abriera y se rindiera a la majestuosidad de la agricultura de la uva, era el mes de octubre y las colinas interminables de verdes viñedos comenzaban a cambiar de color con la llegada del otoño. Sentía que este lugar era mi nueva casa. Un lugar bendecido por la pachamama para la cultivación casi exclusiva de uva y la producción del buen vino italiano.
Mi nueva casa es el campo. Acá le llaman «campagna» (campaña), es decir la zona que corresponde al «contadino» (el hombre de campo) muy ajeno a los rigores de las metrópolis o de la modernidad de las ciudades. Vivo en Le Langhe desde hace casi 8 años perfectamente adaptado al clima cambiante y diferenciado por las estaciones. Cuando hace sol en el verano puede llegar a una temperatura agobiante de hasta 35 grados y cuando es invierno la temperatura baja hasta menos 20 grados con nieve por docquier.
Digo mi casa porque así la siento y convivo como cualquier otro lugareño la propia realidad. Hoy se dice que estamos en crisis porque hay RECESIÓN, el poder de adquisición de las familias es limitado, la gasolina es la más cara de Europa y sobre todo ya no hay trabajo como hace algunos años atrás. Sin embargo los peruanos somos una raza pujante y sabemos movernos en trabajos inimaginables, haciendo y aprendiendo mil oficios. Por suerte (siempre digo gracias a la pachamama) he sabido valorar mi profesión de psicólogo conseguida en Perú y reconocerla acá en Europa, con lo cual he tenido la ventaja de conseguir un empleo que me satisface mucho.
Vivo de mi empleo en una comunidad de rehabilitación psiquiátrica, era el trabajo que tenía en Perú y ahora tengo en Italia. Convivir con jóvenes que tienen problemas serios de la mente, me hace recordar lo frágil y vulnerable que puede ser la humanidad cuando se pierde la noción de la realidad y la mente vaga en mundos tan cambiantes sin la capacidad de centrarse ni organizarse apropiadamente. Lejos de las etiquetas psiquiátricas estos jóvenes encuentran una nueva oportunidad de vida en un espacio de comunidad, que de no existir generaría ingentes costos sociales a sus familias y a la colectividad.
Siempre digo que la pachamama te lleva a horizontes nuevos, para que aprendas lecciones nuevas. Creo que encontrarme en este nuevo hábitat con un trabajo en psiquiatría hace que me sienta muy útil por los años de experiencia en este sector.
Hoy la zona de Le Langhe, sumado a la zona del Roero y el Monferrato han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que se valora es la mano del hombre cultivador que por varias décadas ha sabido transformar todas esta extensa red de colinas en una zona productiva y fecunda. El equilibrio ecológico no se ha roto, ya que si bien es cierto antes existían bosques y mucho terreno árido, con la mano del hombre se ha removido la tierra e incluso exportado la tierra fértil de humedales para dar lugar a este emporio de uva y vinos de la mejor calidad. Hay que considerar que Le Langhe también es reconocida por el tartufo, la nocciola (avellanas) y tantas frutas-verduras de estación con lo cual la vida en el campo responde a la crisis económica de un modo más posible y optimista.
Debo aclarar que mi nueva casa supone que recuerde siempre mi eterno hogar que es el Perú. Un abrazo.
Fuente: http://www.takiruna.com
Que bonitoooo Arnaldo… Asi me veo yo cultivando mi huerta y cuidando de los arboles heredados de mis ancestros Una abrazo Elvira
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Hola amiga verdaderamente la vida en el campo va conmigo, la tierra llama y en setiembre nos viene la vendimia. Un abrazo
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Hermosa experiencia Arnaldo me gustaria conocer más es evidente que el contacto con la pachamama es la mejor terapia
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Hola Diana la pachamama está presente en todo lugar aún en las ciudades, pero digamos que la energía fluye mejor en el campo, uno siente que se respira aire más limpio y el contacto con la naturaleza juega su mejor parte. Gracias por comentar, un abrazo.
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