EL RETORNO A LA MONTAÑA… CUANDO LA MADRE PLANTA LLEGA A LOS ALPES

Por Arnaldo Quispe

En pocas palabras… el último fin de semana fue mágico.

Pero la reflexión que inmediatamente me hago es ¿qué no es mágico en esta vida?, pues bien sabemos que todo es magia cuando miramos con ojos de mago… ojos que apuntan a la belleza y esencia de la vida. En caso específico debo referirme que con lo vivido el fin de semana tendría que inventarme una palabra más que mágica para resaltar la crónica vivida que hoy comparto con los amigos lectores. Que sepan que les hablo de un lugar encantado al pie de los Alpes Italianos, tutelado por diferentes espíritus de montañas que asumen el nombre de Dolomitas de Belluno.

Mi grupo de psiconautas era pequeño pero gigante en intenciones como para vivenciar con respeto ritual la experiencia de la madre planta ayahuasca, era el momento del reencuentro con esta medicina luego que dos meses atrás celebrara mi última ceremonia en los alrededores de Florencia. A mi modo de ver sirven dos meses para preparar un evento y sobre todo preparar a los participantes que esta vez confirmaron una decena. Preparar según mis términos es crear las condiciones favorables a nivel corporal, emocional y mental a fin que la experiencia sea verdaderamente gratificante, auténtica, útil e integradora para la propia vida.

El espíritu de la planta madre si quiere puede llegar y tocar el corazón de sus hijos y si no quiere puede reservarse el derecho y permanecer distante sin causar efectos inclusive. Por los testimonios referidos en las reunión de grupo se confirma la fuerza de la ceremonia caracterizada en algunos casos por una limpieza intensa, un viaje exquisito dentro de las esferas del inconsciente y visiones que apuntan a terrenos decisionales. Una ceremonia con muy buenos ingredientes, con meditaciones, caminata a la montaña, baño de limpieza y convivencia de un mismo espacio que de seguro crea la fuerza energética del grupo.

Es importante que hasta dos o tres días del seminario los participantes refieran dentro de un clima apropiado de experiencias integradores importantes, sueños reveladores y momentos de reflexión para tomar las riendas de la propia vida.

Las Dolomitas son el lugar encantado donde aún sobrevive es espíritu de la montaña con sus bosques, lagunas, ríos e intensa fauna. Un lugar protegido y detenido en el tiempo que nos recuerda que todavía hay consciencia en el cuidado del medio ambiente con lo cual todos los lugareños se encuentran comprometidos.

Un lugar especial, para una ceremonia especial en el momento justo y con las personas justas. Estas son las mejores condiciones para los seminarios de la madre planta.

Fuente: http://www.takiruna.com