UN NUEVO CAMINO SE ABRE
Por Arnaldo Quispe
A una semana de mi nuevo viaje a Perú, deseo compartir algunas reflexiones sobre el mismo. No viajaba desde hace casi dos años desde el inicio de la pandemia del Covid. La última vez que tuve la oportunidad de ir de retiro a Perú fue en abril del 2020 con un grupo de españoles. Y justo todo se canceló por fueza mayor y desde allí el nuevo capítulo se convirtió en una pesadilla con encierros y cuarentenas. Así que desde ese punto de poco entusiasmo deseo comenzar este post. Esperando que el mismo termine en un discurso más optimista y factible.
Entonces todo se detuvo, llegó el casos, la confisión y el desconcierto. Llegando a un punto de no saber qué hacer o a donde ir. La única solución era de no salir de casa y estar encerrados dentro de la misma. He allí que quiero comentar el primer cambio. Sucede que «no hay mal que por bien no venga» y desde esta óptica amén por redescubrir nuestro hogar y a quienes habitaban en ella, es decir esto visto desde otro ángulo era nuevo, teniamos que regresar a hacer las cosas que soliamos hacer pero dentro de casa, conocernos de nuevo, o mejor reconocernos entre padres e hijos, o entre esposos o familias. Con el encierro muchas cosas se han ventilado, muchos divorcios se han hecho realidad de la mano de la verdad que no soporta medias tintas. Y en muchas ocasiones nunca como antes se ha superado el temor o prejuicio de pedir ayuda, hoy los psicólogos por ejemplo tenemos más trabajo por esta razón, porque precisamente se ha roto el maleficio de invertir en un gasto que antes se consideraba innecesario o superfluo, como el hecho de ser escuchado por un profesional.
Otra de las barreras superadas… que ha consentido dar paso a la revolución en las comunicaciones es el hecho de darle mayor relevancia al Internet, de establecer mayor comunicación virtual, e inclusive de realizar buena parte del trabajo por Internet. Esta herramienta sabiamente usada es un nuevo paradigma de cambio humano hacia la tecnología de la nueva era. Ojo con esta palabra porque no me refiero a «nueva era» al hecho de la neofilosofía modernista y facilista de suponer que todo es paz, luz o amor. A lo que me refiero es que en pocos años la tecnología ha avanzado a pasos agigantados que afortunadamente nos llegan a primera mano y es precisamente esta mano la que debe saber usar sabiamente estos recursos para no caer en nuevas pseudo-dependiencias del neo-modernismo. Al final, hemos aterrizado en un nuevo espacio de tecnología que debe trabajar a nuestro favor y no nosotros a favor de la tecnología y hacer más ricos a los ricos, por ello conviene usar inteligentemente cuanto viene saliendo a la luz.
Este viaje programado para noviembre 2021, que afortunadamente cuenta con inscritos, es decir que no viajo solo. Tiene un significado alentador, sirve para reproponer y rehacer todo, para poner de manifiesto una propuesta que pueda dar forma a las nuevas iniciativas previstas para los próximos tiempos. Como no resulta un secreto mi objetivo es y será (al menos por el momento) viajar y dar a conocer mi lugar de origen que es el Perú, pero por ello no excluyo ampliar los horizontes y dar mayor impulso a otras iniciativas como cuando se habla de retomar los eventos en otros contextos geográficos que no me son ajenos. Con esto creo que antes de cancelar o de caer en planos de «no hacer» o «no proponer» en mi caso el intento es todo lo contrario y me veo más en el terreno de proponer y de estimular la conciencia humana con un mensaje de esperanza, optimismo, evolución y de paz.
Otra reflexión que me viene desde el corazón es el hecho de dejar que las cosas caigan por su propio peso y esto lo digo, porque dentro de mis cabales se trabaja mejor cuando las cosas surgen por su propia esencia, porque llegado el momento todo parece ser favorable y a lo mejor esta filosofía ayuda al hecho de dejar las cosas en una situación análoga de sembrar-cosechar, para lo cual siempre recomiendo sembrar o poner semillas, ya que estas en algún momento emergerán a la luz de los tiempos. En este caso para nadie es un secreto que escribo mis cosas, doy cursos y hago algunos videos para la gran comunidad, pero sobre todo estoy presente cuando me lo piden y necesitan, disponible para intervenir o para trabajar en nuevos proyectos, crear nuevos puentes de amistad y vivir nuevas aventuras entre Apus y Ñustas.
Una reflexión final, va en el sentido de insistir en el no esperar nada a cambio. Hay que dejar que las cosas fluyan hasta en el aspecto material, que incluso contar con algo de disponibilidad está bien, y uno se puede dar el permiso de juntar un poco de dinero por ejemplo y reequilibrar con los propios gastos e inversiones. Este punto parece tedioso de tratar porque para algunos todavía recae en el terreno de la sensibilidad y hasta rechazo. Cuando se rechaza la energía del dinero esto frecuentemente genera un conflicto desigual que crea escasez y mayores deudas. En estos tiempos modernos estos temas tienen que ser claros y en el mejor de los casos saber a qué se apunta y a donde se va, la verdadera prosperidad va de la manos con el crecimiento en todos los niveles y no solo con la acumulación en el terreno financiero. Una vez aclarado este punto no queda más que preparar las maletas y aceptar lo que está por venir, lo que está por llegar será desde luego interesante y bienvenido.
Fuente: http://www.takiruna.com
Debe estar conectado para enviar un comentario.