En homenaje a Pachamama

EN HOMENAJE A PACHAMAMA

Por Arnaldo Quispe

En homenaje a la festividad del 1° de agosto, en donde se conmemora el día de Pachamama, nuestra madre tierra, por este motivo dedicamos algunos aportes escritos que en los últimos años han circulado en todos los escenarios humanos. En primer lugar, la Plegaria a Pachamama que viene siendo utilizada por numerosos círculos de espiritualidad.

PLEGARIA A PACHAMAMA

Querida pachamama, tú que reinas en el universo con la inteligencia del sano equilibrio, escucha a tus hijos, intercede por nosotros con los grandes vientos, habla con el agua, con el fuego y con la tierra.

Hoy te pedimos dibujar la esperanza en nuestros rostros, dános la gracia de tu aliento eterno, cobíjanos con tu brillante Sol, guíanos en la noche de nuestras vidas con la luz de las estrellas y la sabia luna, acompáñanos en nuestro viaje visionario por medio del sueño sagrado y los tambores de luz.

Hoy te pedimos regresar las fuerzas de tempestad a su sitio, te pedimos calmar las aguas turbias, aquietar el fuego interno. Que tu sabia inteligencia se lleve muy dentro nosotros aquello que pulula y exacerba en exceso creando caos.

Querida pachamama te glorificamos por tus flóres, tus fragancias, la abundancia de tus alimentos y las aguas que hemos de beber. En agradecimiento te brindo mis sensibles prédicas, te rindo culto, te hablo en meditación y silencio, siempre muy presente estás en mis plegarias.

Querida pachamama, me comprometo a limpiar mis pasos errados, mis equivocados pensamientos y desleales actitudes, me comprometo en beber del río sano, en curar mis hermanos los animales y proteger los bosques, hoy me comprometo a dar alimento al pobre y quién estira la mano.

En ti nuestra vida nace, crece y reposa, en ti nuestra vida se enciende y se apaga. Somos tu luz, somos tu cuerpo, tu espíritu. Con solemnidad llegaré a ti convertido en polvo cuando mejor lo decidas. Munay pachamama, munay, ¡MUNAY!.

Luego propongo un extracto (párrafo) del libro «Qori Q’ente: Los códigos del colibrí de oro»:

“Los seres humanos necesitan conectarse con la madre tierra. Suena tonto porque viven en ella, pero por raro que parezca viven ignorándola, depredándola y consumiéndola, hasta dejarla prácticamente sin recursos. Pero eso es lo que creen, la madre tierra conserva y se vale de sus trucos para evitar ser golpeada tantas veces en el mismo lugar, ella es como una diosa pacienciosa, todo lo sabe, todo lo ve. Su esencia está intacta y bien protegida en las profundidades de la tierra y de los mares. Aún con todo la raza humana no es la raza predilecta para vivir eternamente en la faz de la tierra, la madre tierra no tiene preferencias con nadie, ama a todos por igual, aún a los escorpiones y serpientes más venenosos. Llegará un momento en que sus recursos se agoten y los depredadores utilicen todo tipo de tecnologías para sobrevivir. Hasta hace algún tiempo la raza humana vivía en equilibrio con la naturaleza, era parte del entorno y por mucho tiempo comprendía de sus fenómenos y lenguajes. Hoy es un poco diferente, los seres humanos están desarrollando una dependencia hacia su propia creatividad, en donde las religiones, la medicina y la ciencia son la base social de esa pirámide artificial. Los conocimientos ancestrales humanos en relación a los ciclos de la naturaleza se están extinguiendo, hoy quedan muy pocos conocedores de las bondades de la madre tierra, cuando desaparezca por completo la vía de conocimiento ancestral muchos secretos y prácticas de curación se perderán para siempre”. (Don Hilario).

Fuente: http://www.takiruna.com

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