LECCIONES EN LA MONTAÑA: LA PAZ MENTAL
Por Arnaldo Quispe (Autor)
Le pregunta el discípulo a su maestro:
- Maestro ¿Cómo puedo obtener la paz mental que necesito?
El maestro le responde:
- Sígueme a esa montaña y veamos lo que sucede.
Una vez que llegaron al pie de la montaña el maestro le vuelve a hablar:
- Esta montaña tiene todo lo que tú necesitas… puedes subirla, descansar en ella, hablarle o gritarle. Puedes inclusive solo sentarte y contemplar el paisaje a tu alrededor…
Pero maestro yo le pedí conocer una cosa y ahora me sale con otra… le dice el discípulo…
De ninguna manera…. Le dice el maestro. Estamos hablando de la misma cosa pero con diferentes procesos… luego lo mira y le afirma:
- La paz mental solo te la puedes dar tú mismo y el secreto está en la acción. Para sintonizar con la idea de la paz debes imitar a esta montaña y ser uno con ella, imitar no quiere decir no hacer nada, la montaña está viva y puedes hacer mucho en ella puesto que nunca estarás solo. Además tu mente no es tu rival ni mucho menos el enemigo, solo a veces debes optar por la vía del cuerpo, que es la vía de la experiencia auténtica, esta vía te conducirá a aquietar tu mente y reprogramarla hasta el punto en que cederà a la experiencia de la forma…
Luego mirando el horizonte le dijo:
- No solo basta meditar y relajar la mente si lo que deseas es una paz profunda… la montaña te puede ayudar a encontrar una paz portentosa y recargarte toda vez que regreses a ella. La mente aún cuanto pueda ser poderosa y siempre te lo cuestione todo… solo cede cuando te mueves y das el primer paso… para luego dar el segundo y así sucesivamente. Una mente concentrada en el estrés solo dura unos minutos, cuando te entregas al caminar… y luego hasta las creencias más insólitas se disipan. Ten en cuenta que la paz mental requiere de purificación, que no es si no vaciar de tanto en tanto tantos contenidos poseas… la idea es que el contenidor pueda recibir de a poco nuevas cosas… En la montaña a veces solo basta caminar y entregarse a ello… aún cuando te lleguen un mar de pensamientos abrumadores estos irán cediendo cambiando la energía de la mente hasta el punto de sentir otra atmósfera en el entorno…. y esto porque la alquimia de la mente es necesaria y solo se renueva cuando te enriqueces del proceso antes que los resultados… la montaña como verás… es rica en este tipo de experiencias… y finalmente unifica mente, cuerpo y hasta espíritu en un delicado balance… esto ya es el comienzo de la paz mental que necesitas…
El discípulo le dijo a su maestro…
- Ya no voy a perder más tiempo y seguiré ese sendero…
- He allí que la paz mental he de comenzar… le dijo el maestro.
Fuente: http://www.takiruna.com
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