QHAPAC RAYMI, LA FIESTA ANDINA DEL SOL
Por Arnaldo Quispe
En tiempos pre-hispánicos el mes lunar andino del Qhapaq Raymi correspondía al mes de diciembre del calendario gregoriano occidental, si bien es cierto no hay una fecha central específica por cuanto hay referencias aproximatorias que indican que los ritos celebratorios giraban entorno a la llegada del solsticio de verano entre el 20 al 21 de diciembre de cada año. En el solsticio de verano o diciembre el Sol (Tata Inti) bendice con sus rayos solares por estar más presente y potente en el hemisferio Sur, aunque cabe considerar que las estaciones altoandinas son básicamente dos de modo predominante: estación seca y de lluvias, por lo que el mes de diciembre es el inicio de la estación de lluvias. Esto puede interpretarse como la presencia femenina que equilibra el mundo andino aún en un contexto de predominante energía masculina solar.
El calendario andino era un calendario agro-festivo, propio de un pueblo organizado en donde la agricultura era la principal actividad de desarrollo socio-económico. Las fiestas andinas principales que marcaban el calendario agro-astronómico se agrupaban en cuatro, dos fiestas masculinas (Tata Inti) y dos femeninas (Mama Quilla o Pachamama) a saber: el Pawkar Raymi en el mes de marzo que coincidía en el hemisferio Sur con el equinoccio de otoño. El Inti Raymi que era la fiesta central dedicada a Tata Inti el Sol, en el mes de Junio coincidente con el soslticio de invierno. Luego el Kolla o Quilla Raymi, fiesta dedicada a la Luna en el mes de setiembre que corresponde al equinoccio de primavera. Finaliza el programa calendario con el Qhapac Raymi en este mes de diciembre que corresponde al solsticio de verano.
WARACHIKUY, RITO DE PASAJE
En el mes del Qhapaq Raymi se celebraba un rito de pasaje conocido como Warachikuy o Huarachicuy, mediante el cual los jóvenes alcanzaban la madurez mediante pruebas de resistencia física y finalización de un proceso de aprendizaje que incluía la visita ante las wacas o santuarios a fin de armonizar con los espíritus tutelares y apus. Luego de las ceremonias propiciatorias el candidato era presentado ante las autoridades y se le entregaba entre otras cosas el primer paño o taparrabo adulto llamado «Huara», se le atribuía también un nombre crucial que iba en armonía con el contexto y en base a sus cualidades personales, luego el iniciado asumía la responsabilidad de pasar de protegido a protector y de producir para su ayllu aquello que le conferido desde que vino al mundo, en una forma de ayni o acción recíproca.
¿QUÉ PODEMOS HACER ESTE 21 DE DICIEMBRE?
Como quiera que las fiesta de fin de año se basan esencialmente en tradiciones occidentales, esto no cohíbe que todo iniciado en espiritualidad o medicina andina realice una ceremonia particular o de modo grupal en honor de la fiesta del Qhapac Inti Raymi, indistintamente si se encuentra en el hemisferio Sur o Norte, la idea es celebrar una fiesta en homenaje al espíritu tutelar del Sol a fin que este bendiga con sus rayos luminosos y energía masculina a los presentes confiriendo el poder de decisión, determinación y pasaje hacia un nuevo ciclo de responsabilidades sociales.
Los iniciados en medicina andina podemos celebrar un despacho en casa, conforme a elementos de la tradición siempre presentes como la mesa andina, hojas de coca (u hojas de laurel si no fuera posible la hoja de coca), flores, «paquetitos» de ofrenda de elementos del despacho, diseño de nuestro mandala andino entre otras cosas, paralelamente se puede sumar a esta celebración la realización de meditaciones, plegarias a la pachamama, cantos y danzas grupales andinas u otras, ejercicios y otras prácticas chamánicas universales. La fecha propicia en este año 2014 es el 21 de diciembre por la noche.
Esta es una fiesta que todos podemos aprovechar para reafirmar el renacimiento del corazón andino en todo tipo de contexto, sea campo o ciudad, sea en cualquier continente o lugar geográfico, sea de modo singular o acompañado por un grupo, en fin es una fiesta en homenaje al Sol, por su vitalidad, su energía sami que nos confiere como parte del acuerdo universal con la madre de todos los elementos: La Pachamama, pues este acuerdo confiere equilibrio y armonía en el universo.
Fuente: http://www.takiruna.com
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