Una anécdota en el mundo del masaje

UNA ANÉCDOTA EN EL MUNDO DEL MASAJE

Por Arnaldo Quispe

En algunas ocasiones atiendo a domicilio. Ya sea como psicólogo, practicante de chamanismo o para brindar prácticas psico-corporales o toques de sanación. Por este motivo una gran amiga me pidió que acudiese a la casa de una persona que necesitaba de un tratamiento urgente. Esto porque no podía moverse y se encontraba paralizada del dolor. Pregunté si ya estaba tomando algo o si había recibido asistencia médica y me dijo que su amiga ya había recibido de todo y que el médico le había sugerido que reciba terapia física por la posible lumbalgia que tenía.

Como no hay nada casual, de alguna manera fui a dar con este contacto, pero en esta ocasión porque me encontraba libre y algo me decía que iba a aprender algo nuevo de esta experiencia. Cuando llegué a la casa de esta persona resulta que me estaba esperando en su sala y su hijo como de 16 años la acompañaba sentado en drente de su PC. Conversé un poco para conocerla y preguntarle algunas cosas, en tanto lograba un espacio de empatía. Desde luego que le advertí que no era fisioterapista y que mi trabajo corporal era completamente natural, a lo cual ella accedió completamente. Según mi lectura corporal intuí la naturaleza de su dolor y supe qué hacer sin interferir con su tratamiento médico en curso.

Curiosamente cuando se disponía a posicionarse en mi camilla portatil para realizar las maniobras corporales, llegó el marido de la paciente con quién nos saludamos y luego me preguntó si podía quedarse durante el tratamiento que iba a realizara a su mujer. A lo cual accedí sin problemas. Noté desde ese momento que el marido preguntaba de todo y estaba muy atento a mis acciones mientras su mujer estaba recostada tratando de seguir mis indicaciones. Percibí en ese momento que una gran inseguridad le embargaba al marido y que a mi parecer estaba celoso de que realizase contacto con las manos. Hubo un momento de incomodidad, pero luego entendí la dinámica y supuse que debía concentrarme aún cuando el factor externo no era el deseable.

La mujer de nombre D. me había contado al inicio que hacía de todo en la casa sin ayuda de nadie prácticamente, pero inclusive que trabajaba haciendo turnos en una casa de ancianos. Es decir entendí que trabajaba todo el tiempo, incluso en su casa al atender a su familia y sin ayuda de estos. Por ello intuitivamente se me ocurrió proponerle a su marido que aprendiese el tipo de masaje que estaba realizando, que él podía ayudar cuando se encontraba en casa y dedicarle un masaje a su mujer para contrarrestar el esfuerzo cotidiano. Cuando le propuse esto no pasaron ni 30 segundos y se inventó que tenía que hacer algunas llamadas y que debía subir a su habitación. Practicamente desapareció del escenario.

Aún estaba su hijo sentado en frente de la computadora y le pregunté muy respetuosamente si él la ayudaba con los quehaceres de la casa o con las compras, lo cual como por acto de magia igual que su padre… desapareció. Fue en esas circunstancias que trabajé a solas con D. la cual me confirmó que ella trabajaba demasiado y que en casa nadie la ayudaba. A lo cual hay que agregar el trabajo pesante en la casa de ancianos que de tanto en tanto le sobretensionaba la entera espalda y su serenidad.

Realicé maniobras pasivas, quiromasaje, prácticas Inca Healing y sobre todo muy buena empatía, el resultado fue evidente para el día siguiente, dado que podía movilizarse sin dolor y ese sufrimiento estaba disminuyendo poco a poco. A los dos días regresó a trabajar y ya notaba una mejora casi completa. Según mi punto vista los bloqueos físicos son los más fáciles de trabajar cuando uno entiende la dinámica personal y hasta energética del asunto, lo demás es realizar las prácticas específicas necesarias para desbloquear y que el flujo se restablezca con prontitud. Esa era la premisa con D. Realice una segunda sesión de sanación y fue para transmutar el ciclo del dolor y restablecer finalmente el flujo natural. De ese modo de igual manera acordamos que recibiría tratamiento preventivo cada dos o tres meses a fin que se fortalezca no solo el cuerpo sino el entero flujo energético vital mente-cuerpo.

La anécdota como queda evidente se refiere a cuánto las mujeres se encuentran expuestas a estrés por exceso de trabajo, que incluso se agrega con la responsabilidad de trabajar en casa con la finalidad de atender a la familia. Un modelo familiar que seguramente ya está cambiando porque muchos «maridos» colaboran con el trabajo doméstico y la crianza de los hijos. Pero también el hecho que los hijos participen de las tareas de la casa depende más que de «obligarlos»… a incorporar estas acciones dentro de la crianza, motivándolos a que todo dentro de una familia debe ser compartido.

Fuente: http://www.takiruna.com

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3 respuestas a Una anécdota en el mundo del masaje

  1. Graciela Biase dijo:

    Gracias Taki por tus mensajes ??

    Obtener Outlook para Android ________________________________

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  2. Graciela Biase dijo:

    ??!!!

    Obtener Outlook para Android ________________________________

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