LA LLAMA QUE NOS DIO LA SEÑAL
Por Arnaldo Quispe
- Era un momento de meditación, de toma de contacto con la esencia del Machupicchu. La llama nos cogió en ese preciso instante, cuando todos esperábamos una señal de la madre tierra…
Esta ciudadela la habiamos conquistado en grupo, con el esfuerzo que cada uno había puesto en subir cada una de sus gradas -con gran atención- hasta alcanzar la esplanada al cual los guardias llaman «zona de explicación». Este sector lejos es el espacio más sereno donde todavía se puede meditar y hacer algún ejercicio en solitario o en grupo.
De un tiempo a esta parte Machupicchu se ha transformado en una ruta de personas/hormigas de paso donde los controles son arduos, la ruta es única y no se puede entre otras cosas retroceder, el paso es en un sólo sentido y los minuciosos guardias se encuentran al acecho de sonar el pito cada vez que alguien va contra la corriente. Las medidas impuestas merced a la Unesco (por la declaratoria de patrimonio de la humanidad) al parecer se evidencian para justos y pecadores. En Machupicchu por ejemplo no hay baños públicos dentro del parque arqueológico, lo cual obliga a salir al exterior, con la sorpresa que ya no se puede reingresar por ningún motivo. Hace algunos años atrás eso no era impedimento para reingresar y terminar de disfrutar por completo de las bondades de esta ciudad sagrada.
Hoy se siente una energía muy pesante en los corredores y pasajes, donde las colas de gente/hormiga son masivas y hasta infinitas. Casi sin querer te toman una foto y apareces en las redes sociales de quien menos conoces… te toman fotos por igual, aún si quieres o no, siempre tendrás un turista por delante, uno por detrás, a la derecha o izquierda que se toma una foto (o selfie) y uno sale en el cuadro sin siquiera proponérselo. No hay alternativa. las reglas son estas y solo queda encontrar espacios más íntimos como el sector de explicación… que estoy seguro tarde o temprano hasta lo van a circundar con cuerdas y con el cartel de prohibido el paso. Lo que busca la autoridad -según entiendo- es agilizar las visitas, que el visitante sea breve, que sea concreto, que no se salgan de la flecha… y otras cosas metidas dentro del manual de reglas que en algunos casos se apartan del buen sentido común.
Por este motivo, que recomiendo, salirse de la flecha… pero sin salirse de las reglas… es que por el momento por ejemplo… todavía se encuentra abierta la vía que da acceso a la puerta del Inca (Inti Punku), que es un sector por donde llegan los trekkers entran a pie a Machupicchu por el camino Inca. Ese portal todavía se encuentra poco concurrido y seguramente pocos se animan, debido a que requiere buen estado físico y unas dos horas adicionales de buenas ganas para alcanzar la bendecida puerta. Pero ojo que no hay baño… de modo que si a uno le dan las ganas… pues no queda otra que aguantárselas… o si la cosa es muy grave… solo queda aprovechar que el guardia se gira unos segundos y darle a la madre naturaleza con todo. Pecado, pero cuando hay ganas hay ganas…
Apu Putucusi
La llama de nuestra historia se va…
Otro sector que nos queda libre todavía es el camino al Puente Inca, es un trayecto que pocos conocen y por este motivo poco concurrido. Este paso lo recomiendo 100% sobre todo para aquellos que quieran encontran un poco de silencio y poca gente. Se puede meditar observando los grandes abismos y la sombra natural que nos produce la frondosa vegetación, que ya nos da una idea de lo enmarañado y majestuosidad de la Selva. Este lugar es bendecido… cuando el ojo se encuentra listo para ver… aparecen los primeros colibrís verdes y de pecho gris. Cuando uno menos se imagina, la naturaleza está allí para regalarnos ese espectáculo de lo simple, de la armonía, de la fluidez, de colores, de la esencia de la vida silvestre… de la mano del vuelo de los colibrís, golondrinas y otros pájaros.
Para el resto del parque de Machupicchu hay que tener paciencia, la historia es conocida, los templos que una vez eran de acceso libre y a toda hora… hoy tienen horarios de visita… si por ejemplo uno desea conocer el Intihuatana, este objetivo solo es posible si se va a un primer turno de visita (muy temprano), debido a que este sector solo está abierto hasta las nueve de la mañana. El templo de Pachamama solo está abierto por la tarde, si uno desea conocer este sector por la mañana se encontrará con un cartel y un guardia que le dirá que está cerrado. Muchas cosas han cambiado en tan poco tiempo y no queda otra que adaptarse… respetar las reglas eso sí pero jugárselas para no seguir la famosa flecha de fila india y terminar la visita en un abrir y cerrar de ojos.
La llama de esta crónica nos salió al paso sin previo aviso, de un momento a otro… debo referir que en ese preciso momento el grupo se encontraba en círculo en pleno trabajo de interiorización y meditación, nuestro ambiente elegido demás está decirlo (sector de expicación) y en frente de la majestuosa montaña Putucusi. La llama marrón oscura ingresó al sector y solo vino lentamente pero muy segura de sí misma, se paró por un momento al interior del círculo como saludando a todos y así como vino se mudó de un salto magistral por entre algunos miembros del grupo. Todos nos miramos y telepáticamente entendimos que esta guardiana del parque de Machupicchu nos estaba dando las bendiciones del caso. Afortundamente alguien con el teléfono en mano capturó algunas fotos como para dar fe de este sencillo relato, pero que consideramos de noble gesto y hasta extraordinario.
Esta es la crónica de la llama que nos vino a saludar y que en el mejor de los casos nos dio la señal que estábamos en el momento preciso, en el tiempo justo y con las personas adecuadas con las que teniamos que estar. Todo era justo y a medida. Esa es señal de armonía dentro de la actividad de retiro espiritual al que habíamos acudido. Esa es la historia, pero esta es mi versión. Bienvenidas sean las versiones que puedan surgir a partir de este pequeño acontecimiento.
Fuente: http://www.takiruna.com
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