MASA CRÍTICA Y LIMPIEZA DEL CAMINO ANDINO
Por Arnaldo Quispe
Era un poco complicado comenzar este post con las palabras correctas, de hecho no encontraba las palabras para hacerlo. Creo que este post se escribirá solo a fuerza de expresar mi sentir en cada palabra y consecuente párrafo. No sé ni cómo terminará esta carta editorial (así la llamo) ya que no hago borradores y lo que escribo va directamente de acuerdo con lo que pienso y siento en el momento. Veamos qué sucede.
De lo que se trata en concreto es algo que está ocurriendo en la actualidad, en esta realidad y que de alguna manera nos toca, o por lo menos me toca a mí. Y esto porque de alguna manera dedico mi tiempo desde hace más de veinte años a un escenario de espiritualidad que viene a llamarse de alguna manera la tradición espiritual andina. Me considero un granito de arena en este maravilloso contexto y estoy convencido de acuerdo a mis creencias que lo que afecta a uno dentro de esta macrocomunidad afecta a todos de alguna manera, en mayor o menor medida. Hoy no puedo ser testigo mudo de los hechos y creo oportuno manifestar mi propio sentir como si se tratara de mi opinión o punto de vista dirigida al gran público o colectividad.
Nosotros decimos dentro de la tradición que el pedestal máximo o nivel en el que crees estar no sirve de nada si no das el ejemplo y tu vida no tiene coherencia con el sendero concreto que caminas. De hecho por allí va el tema, modestamente considero haber encontrado desde hace algunos años el cuarto nivel de la tradición andina, aquél estado de la mente y del espíritu caracterizado por una gran apertura mental, una gran coherencia en el camino en relación a lo que se dice, se piensa, se siente y se hace. Este nivel se caracteriza como el nivel de entendimiento de las cosas, de integración y centramiento, además por conservar la ley del ayni como vía de reciprocidad andina, en donde hay un justo equilibrio como si se tratara de la fuerza más importante para vivir en armonía con todo y todos.
Hoy solo basta ver uno de los tantos videos colgados del «videochamanismo» andino en Youtube, llenos de dimes y diretes… para darnos cuenta de la situación pesante que se está generando, de parte de gente que probablemente tuvo buenas intenciones en un inicio, pero que hoy se pelean hasta las uñas, con abogados, denuncias, audios, acusaciones, abuso sexual y todo eso. Los protagonistas de esta ciencia-ficción neoandina hoy salen al descubierto por propia voz, que luego de haber inventado castillos de cristal o arena, como es de esperar caen por su propio peso o por la carencia en el sustento de columnas firmes.
Es una vergüenza de tan pésimo gusto que se tilde -gracias a estos personajes híbridos- o se tamicen a todos por igual, que se indique que el chamanismo andino es una tira de farsantes o una farsa inventada por «bricheros» y todo eso, que todo se reduzca a trifulcas de supergurús andinos, que son sabios eso sí en alimentar el propio ego y los bolsillos. Era de esperarse y era de suponer que ese castillo de cristal-arena iba a desmoronarse y terminar en una batalla con los más absurdos calificativos lanzados casi al aire o en directo por las redes sociales. Era una bomba que tenía los días contados, una bomba que finalmente estalló y que pone en tela de juicio a sus propios protagonistas, a nadie más. Esta lucha desmesurada según mi parecer se reúne siempre bajo la misma máscara: LUCHA DE PODER, EGO E INTERESES.
Curiosamente luego de haber estallado esta bomba andina han surgido los oportunistas, aquellos que se solidarizan con uno u con otro litigante, aduciendo ser testigos de la inmacularidad de sus socios. Espectáculo y más espectáculo en el telón. Ovejas que pierden el disfraz y salen a la luz convertidos en lobos feroces hambrientos de protagonismo, primer plano y fama.
Para tranquilidad nuestra, es decir de los practicantes de la tradición espiritual andina, la luz al final del camino lo representa un sentimiento genuino de conexión con la madre tierra, con la cual nos enraizamos y vivimos conectados con su simplicidad y humildad. Toda esta confrontación es parte de esa masa crítica que se considera necesaria para la propia evolución humana, de este modo según como lo vemos desde dentro el terreno se limpia solo, es decir se autopurifica. El camino de la madre tierra o sendero andino es un camino auténtico de transformación interior que nada tiene que ver con estos neoempresarios del misticismo o esoterismo andino. La auténtica tradición andina no tiene nada que ver con el abusivismo de esta masa crítica.
Me ha llegado información de una fuente fiable sobre el tratamiento económico que se pone en juego, del motivo verdadero por que esta lucha de poder sale a la luz. Solo basta hacer simples cálculos matemáticos por ejemplo como me dice este amigo N.H. para entender las masas de gente y dinero que estos inescrupulosos gurús están amasando. Si tienes en cuenta que en un solo «retiro» esos gurús encarnados reúnen más de 160 personas de todas partes del mundo y luego multiplicas por el aporte obligatorio de cada uno que son mínimo 1,600 dólares, notarás la ingente cantidad de billetes verdes que estos sujetos amasan en menos de dos semanas de duro trabajo espiritual. Ese dinero según esta persona que fue participante de este pseudo-retiro en Lima del 2016, me indica que no viene declarado en ninguna parte, que va directamente al bolsillos de los organizadores y de los gurús, sin pagar un solo céntimo de impuestos. Ni mucho menos se invierte el dinero en una ONG para el beneficio de niños o ancianos Q’ero por ejemplo, por lo menos en ese sentido se justificaría tamañas ganancias. Lo sorprendente del caso es que el retiro se va a repetir dentro de poco y se anuncia la llegada de más de 200 personas ávidas de iniciarse….
Hay tal necesidad de tanta gente en dejarse llevar por estas corrientes neoespirituales, por empujar su dinero dentro de los bolsillos de estos famosos gurús -de gran facilidad de palabra eso sí- como modo de intercambio de energía. A este fenómeno se le llama iniciación en masa que generan la venta de títulos de sacerdocios andinos, en donde el chamán o gurú no se recuerda ni de tu nombre ni te reconoce quién eres, ni hay nada de nada serio, nada personal, debido a la gran cantidad de participantes, solo hay fascinación, encantamiento, autogratificación, abrazos… y endulzamiento pasajero, al cual se suman descabelladas ceremonias sagradas de plantas como San Pedro o Ayahuasca. Solo basta imaginar la gran cantidad de personas vomitando, purificándose y en estados ampliados de conciencia sin ningún soporte curanderil, sin ningún respeto al contexto, ni cuidados que requieren toda ceremonia sagrada. Otra raya más al tigre.
Como dicen los negociantes… o comerciantes cuando ves platita fácil… hasta los escrúpulos se pierden. Por ello es de esperar que una vez descubierta la llave que conduce a la fábrica de prestigio y dinero líquido, es decir el nicho de mercado, estos fascinerosos de mundo espiritual cambien de actitud o estrategia a fin de dar más respaldo a sus castillos de cristal o arena. Lo que no van a poder medir con precisión y por lo mismo va estar fuera del alcance es controlar que la gente no es tonta, que el gran público mira y no olvida. De este escándalo muchos alumnos o seguidores se van a despegar y van a buscar cosas más serias y de profundidad. Esto es parte también de la masa crítica y de la limpieza del camino.
Por fortuna el sendero andino, es decir el auténtico no ha sido dañado en absoluto, el sentido de la esencia prevalece y tiene bases firmes, columnas fuertes con las cuales las personas que somos practicantes o iniciados venimos trabajando en silencio y casi desde el anonimato.
No voy a terminar este post sin mencionar, que todos tenemos derecho a equivocarnos y a segundas oportunidades. Somos HUMANOs como saliera el documental desde donde comienza esta corriente de pseudogurús andinos. Todos tienen derecho a rectificarse y si este fuera el caso en aceptar los errores cometidos y si a uno le nace continuar en esta tradición de manera originaria solo queda el camino de iniciarse de manera auténtica con maestros verdaderamente auténticos, los cuales llevan en la sangre la esencia de las raíces de la Pachamama. Todavía hay tiempo, todavía es hora de rectificarse, de autocomponerse y de regresar a la fuente de conocimiento originario, de salir de ese espejismo de vida material y de riqueza-abundancia a expensas de la gran ingenuidad e ignorancia humana.
Fuente: http://www.takiruna.com
Lee la segunda parte… LINK.
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